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La poeta dio a conocer El club persa de los negocios raros en la FIL en el Zócalo

Creceremos como sociedad cuando dejemos de temer al goce: Carmen Saavedra

Desde 2007 la escritora se desempeña como coordinadora del Instituto de las Mujeres del DF

 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de octubre de 2015, p. 6

El halo negativo que priva sobre el erotismo en sociedades como la mexicana tiene que ver con la falta de libertad, afirma la poeta Carmen Saavedra Saldívar, quien presentó ayer su libro El club persa de los negocios raros en la 15 Feria Internacional del Libro en el Zócalo.

En la medida en que perdamos miedo al erotismo, al goce, a todo lo que tiene que ver con nosotros, estoy convencida de que creceremos no sólo como personas, sino también como ciudadanos, porque nos dará menos temor expresarnos, pedir, reclamar, decir lo que nos gusta, sostiene la también socióloga y feminista.

Ese acomplejamiento que tenemos para reconocer nuestro cuerpo, así como nuestros deseos, necesidades y gustos nos hace avergonzarnos también de reclamar, de exponer, de decir, de pedir en otros ámbitos. Es una visión integral de la vida.

En entrevista, antes de la presentación del mencionado volumen, publicado por Ediciones El Nido del Fénix, Carmen Saavedra considera que aún es mucho lo que hay por avanzar en países como el nuestro en lo concerniente a la creación, la aceptación y el consumo de la literatura erótica, incluida la poesía.

Existen muchos señalamientos para aquellos que nos atrevemos a abordar este tema. Se piensa mal y se despierta el morbo muchas veces, cuando, para mí, lo erótico tiene que ver con la vida y el goce de la misma. Lo erótico no debe ser reducido a lo meramente sexual, subraya.

No tengo duda: los estigmas contra el erotismo tienen que ver con que vivimos en una sociedad muy poco libre; si nos liberáramos, todo cambiaría. Una sexóloga decía que si hay más orgasmos seremos una sociedad más democrática, y yo estoy absolutamente de acuerdo.

Transgresiones, actos de valentía

Según la autora y activista, quien desde 2007 se desempeña como coordinadora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y tiene la intensión de formar el Partido de la Izquierda Erótica Mexicana, hacer literatura erótica se equipara con estar en la cuerda floja.

Es un tema muy delicado y peligroso, que debe ser tratado de manera sumamente fina; una línea en extremo delgada en la que hay que evitar caer en la cursilería barata o en la vulgaridad, o en cuestiones comunes y ordinarias.

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Este libro es el tercer título en la bibliografía de Carmen SaavedraFoto Guillermo Sologuren

Indica, asimismo, que es un tema todavía poco abordado por las mujeres en México, por lo menos de manera visible y pública, ante lo cual considera que es tiempo de que las escritoras nos apropiemos de él, de nuestros cuerpos, deseos, esencia e inventar nuestros propios términos para nombrar nuestras ganas y la falta de ellas.

El interés de la poeta por esta temática se dio de manera natural, como ocurrió asimismo con su vocación por la literatura y la escritura, y sostiene que ha sido un excelente vehículo para externar y refrendar su posición transgresora y feminista.

La transgresión cotidiana es necesaria, son pequeños actos de valentía que nos reafirman como seres humanos, personas y ciudadanos. Algunas vez una amiga de izquierda me preguntaba por qué, si soy funcionaria pública, mis tatuajes, piercings y mi manera escandalosa de vestir y de actuar, y le respondí que la revolución se hace a diario y con las cosas mínimas de la vida. No me doblego al sistema y creo que diariamente podemos dar ejemplo de que podemos ser distintas y distintos, resalta.

Sobre El club persa de los negocios raros, tercer título en su bibliografía, explica que se trata en realidad de tres libros en un solo volumen, cada uno con prólogo independiente: el primero está dedicado a la parte amorosa; el segundo, al desengaño, el dolor y el desamor, y el tercero es más de tipo social.

Como feminista creo que todos los seres humanos pasamos por esas etapas de amor, desamor, pero nos volvemos a encontrar con nosotros mismos y es cuando volvemos a estar totalmente en paz, concluye.

Las mujeres estamos recuperando nuestra esencia; cada vez es más claro que no toda nuestra vida gira en torno del amor y que éste tiene muchas más facetas. Una conquista del feminismo, para mí, es que nombra y habla y permite no tener miedo a la sexualidad ni al erotismo.