Washington.

Tropas estadunidenses y afganas irrumpieron en un hospital de Médicos sin Fronteras (MSF) en Kunduz, Afganistán, 12 días después de un mortal ataque aéreo a la misma instalación, admitió el Pentágono.

El hospital de MSF fue bombardeado el 3 de octubre por aviones estadunidenses, con saldo de 24 muertos entre pacientes y médicos que se quemaron vivos en sus camas, hecho que la organización humanitaria ha calificado de crimen de guerra.

El capitán Jeff Davis, portavoz del Pentágono, aseguró que las tropas ingresaron en un vehículo militar el 15 de octubre para inspeccionar los daños en el hospital de Kunduz y tratar de determinar si la estructura puede ser reconstruida. Rompieron y atravesaron la puerta por razones de seguridad y creían que no había personal de MSF allí, agregó.

Esta intrusión no anunciada y a la fuerza dañó el edificio, destruyó posibles pruebas y generó estrés y miedo al equipo de MSF, aseguró una fuente del organismo.

Al menos tres investigaciones simultáneas están en marcha –una de los militares estadunidenses, otra de la OTAN y una tercera del gobierno afgano– sobre el bombardeo al hospital de MSF, que provocó indignación mundial y obligó al presidente Barack Obama a presentar sus disculpas.