Luego de deplorar el linchamiento de dos jóvenes encuestadores en Ajalpan, Puebla, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió que este fenómeno y la frecuencia con que se ha presentado en Puebla es prueba de la fragilidad del estado de derecho, que establece procedimientos e instancias para juzgar actos delictivos.

El organismo exigió justicia para las víctimas y sus familias, mediante una investigación seria y profesional que permita encontrar a los responsables con la finalidad de que sean castigados de acuerdo con la ley, que no haya impunidad y que exista reparación integral del daño.

Nada hay que respalde o justifique esas conductas bárbaras en nombre de la justicia, ni aun en aquellos casos en que se puedan regir por usos y costumbres, porque toda conducta tiene como límite los principios de la Constitución General de la República, el respeto a los derechos humanos y, de manera relevante, el respeto a la vida, la dignidad e integridad de las personas, señaló la CNDH en un comunicado.

El pasado lunes, los hermanos José Abraham y Rey David Copado Molina fueron linchados por pobladores de Ajalpan al ser confundidos con delincuentes, cuando se trataba de dos trabajadores de la empresa Marketing Rsearch & Service que laboraban bajo el régimen de honorarios.

Para José Abraham y Rey David, así como para otros cuatro encuestadores enviados a ese sector de la Sierra Negra de Puebla, era el primero de cuatro días de trabajo para levantar sondeos de opinión. El pago sería de 2 mil pesos.

Empleados de la empresa, quienes pidieron el anonimato, señalaron que desde hace más de un año llegaron a laborar los hermanos Copado Molina y desempeñaron trabajo de campo, por lo regular fuera de la ciudad de México. Su tarea en Ajalpan era levantar una encuesta sobre el consumo de tortilla procesada.

Revelaron que desde la noche del lunes Alfredo López, abogado de la empresa, se trasladó a Ajalpan y a Tehuacán para la identificación de los cuerpos y realizar todos los trámites legales necesarios.

El martes lo hicieron padres y familiares cercanos de José Abraham y Rey David, apoyados por la empresa que, según saben, absorberá los gastos de traslado y sepultura de los cuerpos, además de que les ofrecerá una ayuda económica.

Aunque los hermanos Copado asistían pocos días a la oficina –sólo para recibir indicaciones y gestionar viáticos–, eran personas estimadas por sus compañeros, quienes recuerdan que hace unos días Rey David había celebrado el cumpleaños número dos de sus hijos, que son cuatitos.

Los cuerpos fueron identificados en el anfiteatro de Tehuacán, donde se les practica la necropsia de ley, revelaron en la empresa –fundada en 1968, con amplio reconocimiento en el mercado–, la cual hasta ahora no se ha pronunciado sobre ese crimen.