Agrupaciones campesinas coinciden en la urgencia de cambiar la distribución del presupuesto hacia el campo para abatir la dependencia alimentaria y que los agricultores con menos de cinco hectáreas accedan a recursos, pero cada bloque realiza por separado el cabildeo en la Cámara de Diputados.

El Frente Auténtico del Campo (FAC, integrado por cuatro agrupaciones, tres de ellas integrantes del Congreso Agrario Permanente) pugna por una mayor asignación a los programas de utilidad general; de su lado, el Movimiento en Defensa del Territorio y el Derecho a la Alimentación demanda la entrega de los apoyos del Proagro productivo únicamente a los agricultores que tengan hasta 20 hectáreas, se active un mecanismo interno para estabilizar los precios de los granos básicos y se cancele el uso de semillas transgénicas de maíz y frijol.

Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), comentó que los cambios del Ejecutivo para el Programa Especial Concurrente “están diseñados para excluir a los pequeños productores; no se eliminan los privilegios que durante 30 años se han otorgado a los grandes agricultores y a las empresas comercializadoras.

“Se pretende seguir entregando 213 mil 800 millones de pesos –equivalentes a 64 por ciento de la asignaciones directas del presupuesto– a los privados, en tanto al gasto social sólo tiene asignados 118 mil 39.6 millones de pesos, es decir 32 por ciento del Presupuesto de Egresos”.