Facultades y escuelas de la UNAM registran la permanencia de ambulantes que ofrecen todo tipo de productos: alimentos chatarra, dulces, comida, libros, artesanías, programas de cómputo, películas pirata y café, entre otras tantas. La cantidad de vendedores es tan elevada que los pasillos parecen mercados sobre ruedas.

Los 10 aspirantes a la rectoría que comparecerán ante la Junta de Gobierno la próxima semana aceptan que su erradicación no será tarea sencilla.

Para Héctor Hernández Bringas, será necesario actualizar el diagnóstico sobre los comerciantes ambulantes y de las necesidades de la comunidad universitaria.

Javier de la Fuente indica que en caso de ser designado rector revisará y actualizará el padrón y los procedimientos de autorización y cancelación para el uso de espacios y la venta de productos en todas las instalaciones.

Un diagnóstico in situ donde se identifique esta práctica es lo que propone Rosaura Ruiz. También repetir y adaptar las estrategias que ya han tenido éxito en otros espacios. “En la Facultad de Ciencias –que dirige– hemos logrado tener sólo puestos formales y regulados gracias al compromiso de la comunidad de no consumir en los establecimientos no autorizados”.

Sergio Alcocer relaciona este tema con la seguridad, la cual calificó de crucial. Dice que el ambulantaje está contaminado por temas relacionados con la seguridad y hay que atacarlos, por un lado romper los vínculos que hay hacia afuera de los campus universitarios y trabajar al interior de la comunidad para regularizar y evitar estas situaciones.

Juan Pedro Laclette considera que se debe mantener el otorgamiento de concesiones, mientras que para el ambulantaje hormiga, debe haber un esfuerzo de contención continuo.

Enrique Graue propone que los que están establecidos, tienen mucho tiempo y hacen una forma de comercio legal, habrá que procurarles un tipo de islas. Al resto hay que impedir que se instalen con reacción rápida; si llega un ambulante y esperas cuatro horas, ya no lo quitaste”.

Para Leonardo Lomelí hay vendedores que vale la pena regularizar. Pero a otros los tenemos que erradicar porque no cumplen una función en el campus.

Suemi Rodríguez propone dialogar como los comerciantes, como ella lo hizo en la FES Cuautitlán, donde asegura haber erradicado el problema.

La Facultad de Ciencias Políticas es una de las entidades que más padecen la presencia del ambulantaje. Su director, Fernando Castañeda, dijo que hay que mejorar la vigilancia y eso hay que trabajarlo con el sindicato.

Francisco Bolívar aseguró que antes de plantear soluciones se debe analizar la situación al hablar con los directores y con otros actores de la comunidad a fin de evitar que la universidad se vea sumergida en un grave problema.