Al escritor Leonardo Padura, el galardón en literatura: Debo lo que soy a Cuba
, expresó
La economista Esther Duflo, el cineasta Francis Ford Coppola y el filósofo Emilio Lledó, entre los distinguidos con el reconocimiento que se otorga cada año desde 1981
Sábado 24 de octubre de 2015, p. 5
Madrid.
Con rememoraciones a sus orígenes del barrio de la periferia habanera, llamado Mantilla, y de su deporte favorito, el beisbol, el escritor cubano Leonardo Padura agradeció el premio Princesa de Asturias de las Letras con unas palabras de agradecimiento a sus tres patrias
: Cuba, el idioma español y el trabajo. A Cuba, a su cultura y su historia debo casi todo lo que soy, profesional y humanamente
, señaló el novelista, quien compartió escenario con otros de los galardonados, todos ellos figuras de talla internacional, como el cineasta Francis Ford Coppola y el filósofo Emilio Lledó.
El teatro Campoamor, de la ciudad de Oviedo, es la sede desde 1981 de la ceremonia solemne de los premios, convertidos en el acto más importante a escala mediática y de proyección internacional de la región de Asturias y su capital.
Los galardones nacieron con la vocación de reconocer la labor y aportación de personalidades e instituciones en sus respectivas áreas y en favor de la concordia y el avance en la sociedad.
Este año los premiado en las ocho categorías fueron Francis Ford Coppola (artes); Esther Duflo (ciencias sociales); Emilio Lledó Íñigo (comunicación y humanidades); Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna (investigación científica y técnica); Pau y Marc Gasol (deportes); Leonardo Padura (letras), y Wikipedia (cooperación internacional).
A diferencia de otros años, en esta edición se expresaron diversos colectivos contra la pompa y el despilfarro
de los premios, que, según cifras oficiales, cuesta a las arcas públicas 300 mil euros únicamente en la ceremonia, a lo que hay que añadir los 50 mil euros que recibe cada galardonado y las esculturas.
Entre los que expresaron su rechazo a los premios fueron varios colectivos vinculados con el partido emergente Podemos, al tiempo que unas 700 personas se concentraron para expresar su rechazo a la presencia de los reyes de España, Felipe y Letizia, en la ceremonia.
Al margen de las protestas, dentro del teatro Campoamor, Padura abundó en sus raíces cubanas y en su ardua labor hasta convertirse en un escritor de referencia, al recordar además la importancia que tuvo en su carrera su asistencia en varias ocasiones a la Semana Negra de Gijón, organizada por Paco Ignacio Taibo II.
Mientras, el cineasta Francis Ford Coppola, autor de una de las trilogías más celebras del séptimo arte, El padrino, reflexionó sobre la evolución del cine y de la verdadera impronta que tienen los creadores en el mundo real. “En mi tierra, Italia, se cree que tengo el poder de acabar con a la indignidad y la injusticia que la Italia meridional ha sufrido; incluso aquí, durante el banquete en Asturias, que tengo el poder de influenciar los muchos horrores e injusticias que todavía padece nuestro mundo, que estoy en posición de solucionar las muchas dificultades en el Oriente Medio que nacieron de las decepciones que se germinaron durante la Primera Guerra Mundial. ¡Magare! ¡Ojalá que fuera así, pero, desafortunadamente, no ostento tal poder! Puede que un día sea capaz el cine de realizar tales milagros, pero, de momento, es como Prometeo, atado por las cadenas del mercantilismo”, afirmó.
El cineasta también reflexionó sobre la evolución de las nuevas tecnologías y su influencia en las artes visuales. Ahora el cine cubre todos los territorios del globo como medio electrónico, con todos los elementos, como proyectores, cámaras (...) el propio medio se transmite a todas partes a través de satélites y de banda ancha de Internet.
Además hay una evolución que también se expresa en la forma misma de escribir para el cine, explorando nuevas técnicas de los fundamentos, es decir, punto de vista, estilo narrativo, monólogo interior y una nueva combinación de las películas documentales y de ficción
.
En defensa de los maestros
El filósofo español Emilio Lledó defendió en su discurso la labor de los maestros y de las humanidades en el sistema educativo, a pesar de que cada día están más marginadas: “Estoy convencido de que los profesores son conscientes de ese privilegio de la comunicación. Ese anhelo de superación, de cultura, de cultivo es, tal vez, la empresa más necesaria en una colectividad, en una polis y en su memoria. En ella, en esa educación de la libertad, alienta el futuro, el de la verdad, el de la lucha por la igualdad, por la justicia, por la inteligencia”.
Mientras la galardonada en el rubro de ciencias sociales, la economista Esther Duflo, destacó la situación que vive Europa con la llegada de los refugiados: La llegada a Europa de miles de refugiados víctimas de la guerra, y de inmigrantes económicos, nos enfrenta con una realidad que en muchas ocasiones preferimos olvidar. Sin embargo, sean cuales sean nuestras dificultades, los problemas que otros padecen en países que no están tan lejos como parece, son mucho más urgentes y graves. Y en un mundo cerrado no podemos permitirnos el lujo de darles la espalda
.
Por último, el rey de España, Felipe VI, entregó los galardones y esbozó un discurso en el que hizo referencias a la coyuntura política en España, al advertir que cuando se levantan muros emocionales, o se promueven divisiones, algo muy profundo se quiebra en nosotros, en nuestro ser, en nuestros corazones. Que nadie construya muros con los sentimientos
.