¿Destino o ineptitud?
Arbitrarias ausencias en la temporada que hoy se inicia
Se despide en Tlaxcala El Pana
idalgo, Morelos, Juárez y los demás a lo sumo sirvieron para bautizar calles, ciudades o estados, levantar estatuas, memorizar fechas, hacer desfiles o soltar discursos de aniversario, de modo que continuamos celebrando el tricentenario de la neodependencia de México.
Más que de incapacidad, el problema de los dueños del mundo, de los países, de las ciudades y de sus costumbres, es de una terrible insensibilidad para ponerse en los zapatos de aquello de lo que se apropiaron, personas y tradiciones incluidas. La progresiva entrega –¿o será devolución?– de nuestro país a acreedores nacionales y extranjeros confirma que saber pensar y saber sentir no es lo que los distingue, al tiempo que la indignación individual y colectiva se diluye entre indiferencias y marchas.
Vemos como normal ineptitudes, abusos, ilegalidades, crímenes y cinismo acumulados a diario y ya nos convencieron de que es cosa del destino
, situación inalterable o incluso parte de nuestra idiosincrasia. Ante tales situaciones nos resignamos, encogemos de hombros y medio seguimos adelante, sin atrevernos a reconocer que ese estado de cosas que nos afecta, además de injustificado y modificable, está hecho a propósito, de manera fríamente calculada, gracias a complicidades diversas. Petróleo, drogas, refrescos, toros, falsa ecología, todo cabe en un sistema sabiéndolo acomodar.
Primero el toro con edad y trapío no con kilos de más, es compromiso profesional que el empresariado taurino mexicano dejó de suscribir hace décadas, digamos desde el mangoneo de Manolo Martínez –1970 a 1990– y el consiguiente achicamiento del toro para los que figuran, hasta el día de hoy en que nuevas figuras continúan recurriendo al toro joven, con la anuencia de empresas, ganaderos, autoridades, crítica y un público desinformado y mal formado que confunde el arte de la lidia con torear bonito
a reses predecibles.
Los jilgueritos de la empresa de la Plaza México, encargados de encomiar cuanto ésta haga o deje de hacer, subrayaron su sentido de planeación sin precedente al anunciar los veintitrés carteles de que constará la temporada, más el de triunfadores de las corridas de consolación. Se trata de los importados de siempre más José Tomás, Manuel Escribano y la revelación peruana Andrés Roca Rey, y de las ganaderías al uso: toros dóciles y repetidores para hacer faenas de hartos pases por ambos lados. Juzgue el lector.
Con tres toros de Julián Hamdan y tres de Xajay hoy inauguran Zotoluco, Manzanares y Joselito Adame; luego hay seis de Fernando de la Mora para un vitriólico mano a mano entre El Juli y El Payo; otros tres de ese solicitado hierro para Enrique Ponce, y otros tres, faltaba más, para José Tomás, quien también se las verá con tres de Los Encinos, en otro ocioso mano a mano con Joselito Adame, a quien por ningún motivo conviene que le pongan la fiesta de toros de México sobre sus hombros. Ponce se las verá también con amigables reses de Bernaldo de Quirós; El Juli con Montecristo, Castella con Xajay, Paquirri con Marrón y Talavante, oh Talavante, con fieras de Teófilo Gómez. A ver cuántos de estos apañaditos y sobrevaluados coletas llenan la México.
El aficionado se volvió a quedar con las ganas de ver en el ruedo de Insurgentes corridas de hierros menos amables pero más emocionantes como Piedras Negras, La Joya, Cerro Viejo, José Julián Llaguno, Huichapan, El Junco, Javier Garfias, Zacatepec, Corlomé, Atenco o Enrique Fraga. Pero como aclaró el director vitalicio del Cecetla o Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje, antes Plaza México: Los toros los escogieron los toreros
. Con tan seria explicación se acaba la pretensión. La fiesta se defiende llenando las plazas
, dijo otro analista no tan listo.
Ausencias toreras injustificadas son el rejoneador mexicano Emiliano Gamero, triunfador en cuanta plaza se presenta; Antonio García El Chihuahua, líder del escalafón este año; Ernesto Javier Calita, en constante ascenso; Gerardo Adame, que injustamente va en una sexteta de consolación; Brandon Campos, Ricardo Frausto y desde luego Juan Luis Silis, sobrado de recursos, y Rodolfo Rodríguez El Pana, con éxitos recientes en ruedos europeos.
Nuevos aires soplan en la bella plaza Jorge El Ranchero Aguilar, de Tlaxcala, ahora con Casa Toreros como responsable de la feria taurina, cuyos carteles dimos a conocer oportunamente. Sin embargo, vale la pena recordar el cartel de este sábado 31 de octubre: toros de Rancho Seco para El Pana, Iván Fandiño y Sergio Flores, el rejoneador Horacio Casas y los forcados de Teziutlán. Y el lunes 2 de noviembre: El Payo, Diego Silveti y el flamante matador limeño Andrés Roca Rey, con toros de Reyes Huerta.
No te pierdas, lector, los lunes en La Jornada la crónica de la corrida dominical, como siempre, con algo de hiel para equilibrar tanta miel de los publicronistas positivos.