Seis aviones Jumbo aterrizaron ayer en esta ciudad con una enorme carga de contenedores para el llamado Gran Circo en el autódromo Hermanos Rodríguez, que se instalará del próximo viernes 30 al domingo primero de noviembre, en el esperado regreso del Gran Premio (GP) de México, después de 23 años, el número 933 en la Fórmula Uno y el 17 de la máxima categoría en el país, en el cual el jalisciense Sergio Pérez tiene oportunidad de hacer historia.

Al tiempo que se afinaban detalles en la remodelación del autódromo, en días pasados llegaron empresas de medición, comunicaciones y material, pero ayer arribaron las 400 toneladas de equipamiento de las 20 escuderías que se transportan para cada carrera: monoplazas, motores, neumáticos, aparatos, carpas y cocinas completas con alimentos y bebidas.

La mayoría de pilotos y dirigentes de equipos arribará en el transcurso de las próximas horas en vuelos comerciales o aviones privados al aeropuerto de Toluca, y se instalarán en distintos hoteles, mientras que técnicos clave pernoctarán durante los tres días de carrera en el autódromo, en lujosos tractocamiones, cuyo interior asemeja naves espaciales.

Alrededor de 110 mil personas en las tribunas y 560 millones de telespectadores en el mundo atestiguarán el regreso de la F-1 a México, con el autódromo remodelado por sexta vez desde su creación, en 1956. En la primera edición del GP, en 1962, el campeón fue el británico Jim Clark.

Ricardo Rodríguez fue el primer mexicano en participar en el máximo circuito, en el que sólo corrió cinco grandes premios, pero murió en 1962, antes del GP de México. Su hermano Pedro corrió 55 fechas entre 1963 y 1967, cuando también falleció. Moisés Solana intervino en 18 carreras entre 1963 y 1968, y Héctor Alonso Rebaque en 41, entre 1977 y 1981, aunque nunca en el país.

La segunda etapa del Gran Premio de México, entre 1986 y 1992, no tuvo mexicanos en la parrilla. En la nueva era, Sergio Pérez ha tomado la salida en 90 grandes premios desde 2011, mientras Esteban Gutiérrez, quien ha corrido 18 fechas, es piloto de pruebas de Ferrari y está cerca de firmar con el naciente equipo estadunidense Haas para la siguiente temporada.

El GP de México será la oportunidad de Checo Pérez de hacer historia. Las posibilidades de que el jalisciense suba al podio son tangibles, por su progresión con la escudería Force India, por el respaldo que tendrá de la afición y porque con el campeonato resuelto en favor del británico Lewis Hamilton habrá menos presión sobre la pista, que para todos será un trazado nuevo y se avizora como el segundo más veloz del mundo, después de Monza.

Mientras el autódromo recibió ayer al fin la licencia internacional grado uno para realizar la carrera, la organización del GP se reportó lista y pidió a los más de 300 mil asistentes durante los tres días de competencia no llegar en auto, sino utilizar transporte público y alterno que aportará el Gobierno del DF desde lugares aún por definir.