Washington.

La Casa Blanca y los líderes del Congreso de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo de presupuesto para dos años, que elevará los límites obligatorios de gasto en programas nacionales y de defensa, al tiempo que subirá el techo de la deuda federal, en un intento por evitar un nuevo enfrentamiento en materia fiscal.

En una reunión a puerta cerrada el martes, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, presentó detalles del pacto a sus correligionarios, con la esperanza de que pueda votarse el miércoles y remitirse al Senado para su aprobación final.

El legislador republicano Paul Ryan, que se espera sea nombrado nuevo presidente de la Cámara el jueves en sustitución de Boehner, dijo a los periodistas que se reserva su opinión sobre el acuerdo hasta revisarlo a detalle.

Al mostrar apoyo a los compañeros que exigen cambios en la forma en que se gestiona la cámara baja –controlada por la mayoría republicana–, Ryan comentó: creo que este proceso apesta, insinuando que con una nueva gestión el trabajo mejoraría.

Si el Congreso no actúa rápidamente para subir el techo de deuda, el gobierno federal podría incurrir en impago la próxima semana, porque el Departamento del Tesoro no sería capaz de pedir prestado dinero para pagar las cuentas de Washington.

Se calcula que la mayor parte de los fondos se agotarían el próximo martes. Además, el Congreso debe acordar nuevos gastos para una serie de nuevos programas federales para el 11 de diciembre o arriesgarse a paralizar gran parte del gobierno.

Un alto cargo de la Casa Blanca mencionó que el acuerdo protegerá de los recortes a los beneficiarios de la Seguridad Social y Medicare, e instó a los congresistas republicanos y demócratas a aprobarlo.

El pacto presupuestario, acompañado de un aumento obligatorio en el límite de deuda federal, resolvería los asuntos más polémicos que esperan a Ryan, que se prevé sea elegido el jueves como presidente de la Cámara de Representantes.

El acuerdo no es perfecto de modo alguno, pero la alternativa era un aumento del límite de la deuda, sin ninguna reforma o fondos para los militares, declaró Boehner a la prensa. De modo que es un buen acuerdo. El legislador republicano especificó que su objetivo era limpiar la casa para quien lo suceda como titular de la cámara.