Jueves 29 de octubre de 2015, p. 24
Ankara.
Con gas lacrimógeno y cañones de agua la policía tomó por la fuerza el control de dos cadenas de televisión en Estambul, cercanas a la oposición al gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, y las obligó a cesar sus emisiones, lo que fue interpretado como un intento del gobernante de acallar a sus rivales, a cuatro días de las elecciones legislativas.
Ante las cámaras que filmaban en directo, la policía ingresó a las cadenas Bugün TV y Kanaltürk, propiedad del grupo Koza-Ipek, luego de reprimir a los trabajadores que querían impedir su entrada.
Dentro del edificio se enfrentaron más de 500 personas con la policía, que realizó varios arrestos.
La justicia turca decidió el lunes tomar el control del grupo Koza-Ipek, acusado por la fiscalía de Ankara de financiar, reclutar y hacer propaganda a favor del imán Fethullah Gülen, principal rival de Erdogan, que dirige desde Estados Unidos varios medios y empresas que las autoridades consideran organizaciones terroristas
.
La irrupción de la policía provocó reacciones de condena en el país y en el exterior.
En tanto, el fiscal encargado de la investigación del atentado suicida que causó 102 muertos y más de 500 heridos el 10 de octubre durante una manifestación en Ankara, responsabilizó al yihadista Estado Islámico del ataque.