Los adolescentes mexicanos son el grupo poblacional más insatisfecho en su demanda de métodos anticonceptivos, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014. Por ello, se espera que los embarazos no planeados disminuyan con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 047, la cual permite que desde los 10 años de edad puedan solicitar información sin autorización de sus padres, señaló ayer en conferencia de prensa Norma Velázquez Ramírez, del Colegio Mexicano de Ginecología.

También se trata, dijo, de una estrategia para evitar infecciones de transmisión sexual y reducir la mortalidad de las madres. En 2013 fallecieron seis niñas de entre 10 y 14 años, y 123 más cuya edad iba de 15 a 19 años, según el Observatorio de Muerte Materna. Además, sostuvo la especialista, la NOM 047 sensibiliza al personal médico para que los ayude a elegir la mejor opción.

A los 15.4 años, en promedio, los jóvenes mexicanos comienzan a tener relaciones sexuales, pero la mayoría usa un anticonceptivo de manera continua un año después del nacimiento de su primer hijo. Algunos otros creen que por tener sexo una o dos veces por mes no es necesario utilizarlos.

El condón es el método más empleado para el control de natalidad, pero el menos eficaz, aseguró. El porcentaje de falla si no se sabe colocar bien –algo común en los adolescentes– puede ser hasta de 20 por ciento. Además, muchas parejas lo descartan cuando su relación avanza. En una cultura machista existe también el estigma contra las mujeres que lo demandan, pues eso significa que son expertas o que han tenido infecciones, lo que pone en duda la confianza hacia la joven, añadió.

En México 33.4 por ciento de los embarazos no son planeados y la mayoría son de adolescentes, afirmó la investigadora. Ante esa situación, es necesario que los jóvenes reciban información de sus padres y saber que ejercer su sexualidad es un derecho que trae obligaciones.