Washington.

Estados Unidos anunció este viernes el despliegue de 50 integrantes de fuerzas especiales en el norte de Siria para reforzar la lucha contra la milicia extremista Estado Islámico (EI), al tiempo que una cumbre internacional sobre Siria concluyó en Viena con el único acuerdo de retomar el diálogo en dos semanas y mientras la guerra civil en el país árabe cobró la vida de más de 90 personas.

Al hacer el anuncio, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, subrayó que los militares que serán desplegados no tendrán una misión de combate y sólo trabajarán con los rebeldes moderados y combatientes kurdos que luchan contra el EI.

El presidente (Barack Obama) ha sido claro respecto de que no hay solución castrense a los problemas de Irak y Siria. La solución es diplomática, sostuvo Earnest. Precisó que el grupo entrenará, asistirá y asesorará a las organizaciones locales. Nuestra estrategia en Siria no ha cambiado, agregó.

Junto con los soldados, Barack Obama también autorizó el traslado de un número no precisado de aviones de combate de los tipos A-10 y F-15 a la base aérea de Incirlik, en Turquía. Asimismo, de común acuerdo con el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, se prevé formar un grupo de trabajo para coordinar ataques contra líderes del EI y su red en ese país, y se reforzará el apoyo a Jordania y Líbano en su lucha contra la milicia sunita extremista.

En Viena, Estados Unidos constató sus diferencias con Rusia e Irán sobre el futuro del presidente sirio Bashar al Assad, aunque los 17 participantes en la cumbre convinieron en la necesidad de implementar un cese el fuego seguido de una transición política y elecciones, señaló el secretario de Estado estadunidense, John Kerry.

Para acelerar los esfuerzos de mediación que pongan término a la guerra, los ministros del Exterior se volverán a reunir en dos semanas, pero Kerry advirtió que los esfuerzos diplomáticos van de la mano con la intensificación de la campaña militar de Washington contra el EI.

No alcanzamos ningún acuerdo sobre el destino de Al Assad, reconoció el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aunque Irán se declaró dispuesto a respaldar una transición de seis meses en Siria seguida de una elección para definir el futuro del presidente.

Esto pese a que los opositores de Al Assad, excluidos de las negociaciones en Viena, así como los países críticos a su gobierno, dicen que una nueva elección lo mantendrá en el poder, a menos que se tomen otras medidas para removerlo del cargo.

Además de la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas estuvieron en Viena, entre otros, los cinco países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), así como potencias regionales, como Arabia Saudita y Turquía, y por primera vez Irán.

En Siria, al menos 91 personas murieron por ataques del gobierno de Al Assad contra un bastión rebelde en la ciudad de Duma, en las afueras de Damasco, y contra la ciudad de Alepo, indicó el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, el cual cuenta con una red de activistas en esa nación.

Unas 59 personas, entre ellos cinco niños, murieron por disparos de cohetes en Duma, y otros 32, de ellos 12 menores, por ataques aéreos contra Alepo, indicó el OSDH, el cual no pudo indicar si las ofensivas fueron de aviones rusos o sirios.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló que unos 13.5 millones de personas necesitan algún tipo de protección y asistencia humanitaria en Siria.