El priísta Raúl Cervantes regresa al Senado para coordinar los trabajos del centenario de la Constitución y definir si se requiere una nueva Carta Magna.

Un año después de que pidió licencia, se reincorpora a sus tareas legislativas el próximo jueves y deja atrás la posibilidad de ser nombrado ministro de la Suprema Corte, luego de protestas ciudadanas, de integrantes del Poder Judicial y de la oposición de izquierda y de la campaña en redes sociales Ni cuotas ni cuates para el máximo tribunal.

Ninguno de los senadores que han pedido licencia, ni el panista Ernesto Cordero, ex presidente también del Senado, regresaron como ayer Cervantes. El presidente de la mesa directiva de esa cámara, Roberto Gil Zuarth, convocó a un acto para hacer pública la reincorporación del priísta, darle la bienvenida y anunciar su nuevo encargo.

Cervantes adelantó que tras el año sabático, en que se dedicó a la academia, se meterá de lleno a su responsabilidad en el Senado y formará un grupo plural que reflexione el significado para el país y los desafíos del máximo ordenamiento legal, próximo a cumplir 100 años.

Para determinar si se requiere otra Constitución, detalló, se tiene que hacer una reflexión, decantar las diferentes posiciones e incorporar democráticamente a los niveles de gobierno, los poderes, órganos autónomos, sociedad en su conjunto y la academia.