Décimo aniversario luctuoso de la académica
Abren coloquio por los 25 años del proyecto La pintura mural prehispánica en México
Jueves 5 de noviembre de 2015, p. 5
Las investigaciones de la historiadora Beatriz de la Fuente (1929-2005) representan no sólo un modelo para las nuevas generaciones de estudiosos del México antiguo. También pueden ser fundamento de futuras políticas de conservación y difusión del patrimonio histórico y cultural del país.
En ello coincidieron ayer los historiadores del arte María Teresa Uriarte y Renato González Mello, así como el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, durante la inauguración del Coloquio 25 años del proyecto La pintura mural prehispánica en México.
Ese encuentro académico, que hoy termina e incluye una exposición fotográfica, fue organizado por El Colegio Nacional, del que Beatriz de la Fuente fue la primera integrante de sexo femenino. Así se rinde homenaje a la docente con motivo de su décimo aniversario luctuoso, que se cumplió el pasado 20 de junio.
Ese acto fue encabezado por el director del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Renato González Mello, quien reconoció que dicho proyecto en torno de la pintura mural prehispánica, fundado en 1990 por Beatriz de la Fuente, es uno de los motores de renovación de esa instancia universitaria.
Felizmente, los resultados fueron tan sólidos y sistemáticos que podríamos aspirar a que este trabajo sea el fundamento de futuras políticas de conservación y difusión de nuestro patrimonio, que podamos aprender de fotografías que van acompañadas de análisis serios, y de este aprendizaje se puedan ir adaptando políticas cada vez mejores.
Trabajo interdisciplinario
En el mismo tenor se expresó María Teresa Uriarte, alumna de De la Fuente y continuadora del proyecto que cumple 25 años de registrar, estudiar e interpretar esas imágenes desde un enfoque multidisciplinario.
Ante la vasta producción artística del mundo mesoamericano, Beatriz de la Fuente, con su vasto conocimiento, se percató de que el patrimonio mural se encontraba en especial riesgo de deterioro y pérdida total
, afirmó.
Me gustaría recalcar que nuestro proyecto constituye la primera investigación en el área de humanidades, en específico en historia del arte, que consideró la necesidad de abordar un objeto de estudio con enfoques metodológicamente interdisciplinarios.
Así, al poco tiempo de iniciado se incorporaron especialistas de otras entidades universitarias, como arquitectura, arqueología, antropología, biología, astronomía y el estudio de materiales, agregó.
Luego de las contribuciones de esas disciplinas al estudio de la pintura mural mesoamericana, comentó que en la actualidad el proyecto cuenta con un acervo fotográfico de 150 mil piezas, entre diapositivas, placas, negativos e impresiones analógicas, mientras la colección digital asciende a 60 mil imágenes.
Gracias a esa meticulosa documentación fotográfica hecha en el transcurso de 25 años, aseguró, se cuenta con el registro de murales que han desaparecido y ahora es el único testimonio de su existencia, además de representar un material invaluable para el trabajo de muchos investigadores.
Uriarte afirmó que el proyecto continúa y está proyectado hacia el futuro; precisó que se trabaja en los tomos dedicados a la Huasteca y en el catálogo de la pintura mural del área maya, para el que se incorporan nuevas tecnologías, como el uso de cabezales robóticos y el software GigaPan.
Por su parte, Eduardo Matos Moctezuma destacó que el coloquio organizado por El Colegio Nacional es una excelente manera de rendir homenaje a una investigadora cuyo trabajo es modelo para las nuevas generaciones que estudian el pasado mexicano.