Cientos de niñas y niños de cinco colegios de la capital del país fueron los invitados al ensayo general de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), con música de John Williams (Nueva York, 1932).

Escucharon las bandas sonoras para filmes como Tiburón, Star Wars (La guerra de las galaxias), ET, Supermán, Indiana Jones y Harry Potter, obras del compositor que se incluirán en los dos conciertos de este domingo en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, a las 12:15 y 13:45 horas.

Al ensayo acudieron mil 380 pequeños de diversas edades, desde prescolar hasta secundaria, acompañados/custodiados por sus profesores.

Un alarido frenético irrumpió al unísono de entre esas poderosas gargantas en cuanto se apagó de manera parcial la iluminación de la sala. Falsa alarma, el concierto todavía no comenzaría, aunque los músicos ya ocupaban sus lugares y alistaban sus instrumentos.

Esa estridente imagen sonora se repitió otra vez a los pocos minutos, cuando una voz en off pidió apagar los celulares. Los shhhh, onomatopeya para solicitar silencio, se reprodujeron entre toda el butaquería, como cantar de grillos en la oscuridad.

Sonaron los primeros acordes de la fantarria del tema principal de esa galáctica cinta. Ovaciones ensordecedoras, una vez más, como ocurrió cada vez que los músicos concluían una de las 10 piezas de esa suite, entre ellas el frenético Tema de Star Wars, la melosa parte de La Princesa Leia y la afamada Marcha imperial o tema de Darth Vader.

Detrás de la orquesta se instaló una enorme pantalla en la cual se reprodujeron fragmentos de los cuatro episodios iniciales de esa cinta, que en realidad son los últimos de la historia.

Lo que más azoró a esas infantiles imaginaciones, sin embargo, fue la participación de los 15 actores-bailarines de la compañía Érase Una Vez, en un montaje escénico diseñado por César Piña.

Transmisión por Streaming

Ataviados a la manera de los personajes de Star Wars, lo artistas escenificaron coreografías que evocan escenas estelares de la cinta, como el encuentro de Luke Skywalker y la Princesa Leia, el duelo entre Luke y Darth Vader, la fiesta en la cantina espacial y las enseñanzas de Yoda sobre el manejo de la fuerza.

Debido a la popularidad de esta saga, así como de su música, merecedora de un Óscar a mejor banda sonora en 1978, existen varias versiones y arreglos.

La partitura que será interpretada este domingo en Bellas Artes es la profesional, empleada en la grabación de la película. Ello fue posible gracias a las gestiones realizada por la OSN ante la Fundación Williams y la empresa Disney, propietaria de los derechos de la saga cinematográfica.

Este último ensayo de la Sinfónica Nacional fue, pues, un hervidero de frenesí y alegría, con gritos, alaridos, exclamaciones y honestos aplausos con los que se reconoció el trabajo de la orquesta.

También, un ejemplo de educación y respeto, pues el entregado público se comportó siempre de forma correcta, guardando impecable silencio mientras los músicos desarrollaban su trabajo. La salida del recinto… ésa, ya es otra historia.

Como las localidades para ambos conciertos están agotadas desde hace dos meses, el Instituto Nacional de Bellas Artes transmitirá en vivo, vía streaming, el primero, el de las 12:15 horas, en una pantalla gigante que será instalada afuera del Palacio de Bellas Artes (Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro) y en su página de Internet: www.bellasartes.gob.

Ante el éxito del programa, se gestiona desde ahora su repetición, el año entrante.