Dicen que los buenos perfumes vienen en frascos pequeños, como los venenos. Aromas finos y un humor corrosivo habitan también las minificciones de Gabriela Ortiz Quintero y Rodolfo Orozco, autores de los libros más recientes de la editorial independiente Al Gravitar Rotando.

Los volúmenes, que forman parte de la colección La ronda de los solos, serán presentados hoy en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia y son producto del taller que el escritor Óscar Tagle imparte en Guadalajara, y a un grupo del Distrito Federal, a través de Internet.

Aunque entre los participantes convergen todos los géneros de la literatura, ese espacio está dedicado a explorar las posibilidades de la brevedad en la narración. Entre los recursos que utilizan los autores de una muy cuidada escritura están, principalmente, la sátira, el humor y la ironía.

El proyecto de Tagle cuenta desde hace algunos años con un sello editorial en el que han publicado más de una docena de libros, además de calendarios que incluyen también poemas y aforismos.

El programa del taller de donde provienen esos textos enseña poesía, relato corto, minificción, prosa poética, aforismo, greguería y el periquete, género de escritura prosimínima, muy decantado.

El resultado son textos originales que retoman situaciones de la cotidianidad para darles un giro mediante elementos cómicos o dramáticos. El maestro incita a los noveles escritores a salir de su zona de confort, al pedirles que escriban poesía, y a los poetas a que hagan relatos más extensos, aterrizando todos en las minificciones.

Al respecto, Gabriela Ortiz Quintero escribe –en su libro Prolapsos mitrales– textos como el siguiente: Réquiem. El payaso no murió de risa, y en el funeral del mimo los asistentes pidieron un minuto de palabras.

Al Gravitar Rotando surgió como editorial de óperas primas en 2013. En agosto de ese año se dieron a conocer 10 libros de autores que participaron en el taller de Tagle, la mayoría ya con mucho tiempo andado y con una producción bien trabajada. En 2014 apareció otra decena, igualmente, con personase que traían años de continuidad en el tallereo literario, explica el escritor.

El taller se inició en Guadalajara en 2006 y en la actualidad sesiona cada viernes en dos grupos, uno matutino y otro nocturno; ambos suman una treintena de participantes. Hay uno más en la ciudad de México, de seis personas, mismas que tallerean constantemente con material que les envío con algunos lineamientos. Eventualmente es presencial, explica.

El libro de Ortiz Quintero y Lo que duden las palabras, de Rodolfo Orozco, serán presentados hoy a las 19 horas en el recinto de Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa.