Las candidaturas independientes no son la solución a los problemas del sistema político, coincidieron académicos y especialistas durante un seminario organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado.

Marco Enríquez Ominami, fundador del Partido Progresista de Chile, opinó que se trata de figuras simbólicas que sirven para oxigenar la democracia, superar a los partidos tradicionales, pero el verdadero debate debe darse en torno a los problemas que aquejan a los sistemas políticos.

Por su parte, el presidente del Instituto Belisario Domínguez, el perredista Miguel Barbosa, expuso que en este momento México vive una profunda simpatía por las candidaturas independientes, pero también hay un profundo miedo de parte de quienes ejercen el poder.

El también coordinador de los senadores del PRD resaltó que si bien éste es el momento de los independientes, muy probablemente después de 2018 en México ya no lo será, porque los destacados hombres y mujeres independientes formarán su partido con perfiles estrictamente ciudadanos cercanos a la sociedad, transparentes.

Barbosa recordó que hubo resistencia de algunos partidos políticos al establecimiento de esta figura jurídica en el nuevo modelo electoral.

Hartazgo de ciudadanos ante partidos

Por su parte, el senador perredista Zoé Robledo Aburto coincidió en que en el pasado proceso electoral el éxito obtenido por candidatos independientes refleja el hartazgo de los ciudadanos hacia los partidos políticos por su falta de rendición de cuentas.

Por otro lado, Patricia de Ceballos, alcaldesa de la ciudad venezolana de San Cristóbal, destacó la importancia de que los partidos políticos impulsen los liderazgos sociales para fortalecer la representatividad de la sociedad.

Igualmente, el doctor Ariel Rodríguez Kuri, de El Colegio de México, coincidió en la importancia que tienen las candidaturas independientes, sobre todo porque son correctivos y señales de alarma de lo que está muy mal en el sistema político.