París.

Aviones franceses lanzaron una intensa serie de bombardeos este domingo sobre una de las principales posiciones de la milicia islamita Estado Islámico (EI) en Raqqa, zona este de Siria, que destruyó un puesto de mando y un campo de entrenamiento, reportó el Ministerio de Defensa de Francia en el primer ataque de respuesta de París tras los atentados que dejaron al menos 129 muertos y unos 350 heridos en París el viernes pasado.

Diez cazabombarderos Rafale partieron de Emiratos Árabes Unidos y de Jordania, y en coordinación con fuerzas estadunidenses, indicó el Ministerio de Defensa, lanzaron una veintena de bombas en Raqqa, uno de los principales bastiones del EI en Siria.

El primer objetivo destruido era utilizado por Daesh (acrónimo en árabe del EI) como puesto de mando, centro de reclutamiento de combatientes yihadistas y depósito de armas y municiones. El segundo objetivo albergaba un campo de entrenamiento terrorista, precisó el ministerio, y añadió que los objetivos fueron identificados previamente en misiones de reconocimiento.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, acordaron una hoja de ruta para el cese del fuego y una mediación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Siria, durante una reunión privada en el contexto de la cumbre del G-20 realizada en Antalya, Turquía, indicó un funcionario de la Casa Blanca.

Durante el encuentro bilateral de una media hora, ambos mandatarios apoyaron la propuesta que ya había sido trazada el sábado en Viena por los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Contacto para Siria.

El plan trazado en Viena contempla la instalación de un gobierno de transición en Siria en seis meses y la celebración de elecciones en 18 meses bajo la supervisión de la ONU; asimismo, la propuesta prevé que el régimen sirio de Bashar al Assad se reúna antes de fin de año con grupos opositores.

Un asesor de Putin indicó que los dos dirigentes coincidieron en la importancia de la lucha contra el EI, pero difieren en cuál debe ser la táctica a seguir, aunque Obama destacó que todas las naciones deben atacar al grupo yihadista y que la intervención de Rusia es importante.

Los ataques en Siria fueron lanzados después de que el presidente francés, François Hollande, dijo que su país sería implacable en la lucha contra el EI, que se adjudicó los atentados en París del viernes pasado.

El ministro francés de Defensa, Jean Yves Le Drian, y su par estadunidense, Ashton Carter, se pusieron de acuerdo en las últimas horas sobre medidas concretas para intensificar la cooperación militar contra el EI, informó el vocero del Pentágono, Peter Cook.

Ambos ministros mantuvieron este domingo una entrevista telefónica, por segunda vez desde los ataques del viernes en París.

El secretario Carter reiteró el firme compromiso de Estados Unidos de apoyar a Francia y seguir juntos para asegurar que el EI termine con una derrota duradera, afirmó Cook.

Previamente, el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, reiteró: seguiremos trabajando en estrecha colaboración con los franceses en términos de inteligencia, y también a nivel de respuesta militar en Siria. Y en un entrevista con la cadena NBC manifestó que en los próximos días y semanas, trabajando junto con los franceses, seremos capaces de intensificar nuestros bombardeos contra el EI tanto en Siria como en Irak, afirmó Rhodes.

En otro orden, a pesar de la opinión del ex presidente francés Nicolás Sarkozy de que se cancelara la conferencia climática, Francia está decidida a mantener la COP21 (Conferencia de las partes, por sus siglas en inglés) que comenzará el próximo 30 de noviembre.

Sarkozy fue recibido por el presidente Hollande, quien lo convenció de que la cumbre sobre el clima debía llevarse a cabo aun en condiciones difíciles. En la reunión participarán 195 países, más de 120 jefes de Estado y 40 mil visitantes diarios. Francia se ha negado a ceder a la violencia, dijo el primer ministro francés, Manuel Valls.

Antes de los atentados se tenía previsto desplegar mil 500 policías y bomberos para garantizar la seguridad en el sitio de Le Bourget, en el suburbio norte de París.

Para la zona de negociaciones en territorio de la ONU, están previstos más de 100 guardias del organismo mundial y más de 300 guardias de seguridad privados, no obstante según un fuente de gobierno, tras los ataques del viernes pasado, está en marcha un análisis para reforzar el dispositivo de seguridad.