La Cámara de Diputados aprobó ayer la Ley de la Tesorería de la Federación, propuesta en septiembre pasado por el Ejecutivo, con objeto de hacer más eficiente el manejo y control de los recursos públicos, regular la figura de auxiliares y garantizar su operación aún en casos de desastre.

La presidenta de la Comisión de Hacienda, Gina Cruz Blackledge (PAN), explicó que la Ley del Servicio de Tesorería de la Federación quedó rezagada ante el hecho de que el sistema recaudatorio y el mecanismo de medios de pagos evolucionaron.

Consideró que la redacción de la nueva ley –la minuta se envió al Senado para su revisión– es menos complicada respecto de las funciones de la Tesorería, en las medidas destinadas a fortalecer los mecanismos para preservar la estabilidad financiera, proteger las finanzas públicas de los riesgos del entorno macroeconómico externo, fomentar un gasto eficiente y transparente.

El dictamen de la comisión fue aprobado con 375 votos a favor y 22 en contra, éstos de la bancada de Morena.

Juan Romero Tenorio, diputado de ese grupo parlamentario, dijo que si bien la nueva ley contiene aspectos positivos, no hay un compromiso de transparencia y rendición de cuentas.

Una Ley de Tesorería tendría que prever riesgos de liquidez y contar con parámetros para identificar, medir, controlar y monitorear los niveles mínimos de fluidez que necesita el Estado para solventar sus obligaciones, indicó al agregar que no se precisa cómo se determinará la responsabilidad en las omisiones de la propia ley o de las negligencias.

Por el PAN, Teodoro Barraza dijo que la nueva ley pretende que la Tesorería opere conforme a las mejores prácticas internacionales y el uso de la tecnología.