San Miguel de Allende y Playa del Carmen
os de los festivales más importantes en México se llevan puntualmente a cabo en noviembre. El de San Miguel de Allende celebró su concierto de clausura el pasado 15 de noviembre, en medio de una fiesta con música cubana y jazz afrocaribeño, con la trompeta de Álex Guardiola y el sax de Alfred Thompson.
Alfred, quien ya en este 2015 puso a girar a los parroquianos del Zinco Jazz Club en el Distrito Federal –a dueto con el pianista Gabriel Hernández–, se ha presentado en los cinco continentes con los colores, el sabor y los ritmos heredados de sus ancestros cubanos y de su propia integración a los proyectos de Irakere y Buena Vista Social Club. El Centro Cultural El Nigromante, lleno en su totalidad, aplaudió de pie.
Un éxito, un logro más en el compromiso profesional de Antonio Lozoya y Tere Urtusástegui, director y subdirectora del Festival Internacional de Jazz y Blues de San Miguel de Allende, que aun cuando todavía se escuchaban los ecos de esta 21 edición, ya estaban armando el plan de trabajo para 2016.
Entretanto, en Playa del Carmen se declaran listos para echar a andar la decimotercera edición del festival mexicano de jazz con mayor proyección en el planeta, el Riviera Maya Jazz Festival, que desde 2003 ofrece tres noches gratuitas al aire libre, en Playa Mamitas, con el mejor jazz de estos tiempos.
Cada año aumenta el número de jazzófilos nacionales y extranjeros que llegan al Caribe mexicano para unirse a la celebración de un festival que nació a iniciativa de Fernando Toussaint –baterista fundador del célebre grupo Sacbé y director del grupo Aguamala–, que ha sido apoyado incondicionalmente por un fideicomiso hotelero que está de plácemes por el poder de convocatoria anual de la música sincopada.
Bien, pero dado este enorme éxito, a partir de 2014 la Dirección de Cultura de Solidaridad (municipio donde se ubica la Riviera Maya) decidió extender la oferta artística y cultural de la fiesta mediante clínicas, exposiciones, conferencias, mesas redondas y más conciertos en el Teatro de la Ciudad y en el Centro Cultural Playa del Carmen.
Entre otras muchas actividades paralelas, el año pasado, Fernando Aceves montó la exposición Historia fotográfica del Riviera Maya Jazz Festival, Alain Derbez presentó el libro El jazz en México y Érik Montenegro habló sobre producción y difusión de festivales.
Este 2015, Fernando Aceves regresará con el arte de la luz en una nueva exposición fotográfica alrededor de la síncopa. Enrique Toussaint ofrecerá una conferencia magistral, que seguramente abundará en sustancia, aunque no se ha especificado el tema. Antonio Malacara dará otra conferencia, seguramente no tan magistral, sobre el Atlas del Jazz en México. Francisco Lelo de Larrea, uno de los mejores guitarristas de su generación, dará una máster class. Y de 22 al 27, Sebastián Corbella impartirá un taller de jazz tradicional.
Esta ampliación festivalera contará con una oferta musical de primera línea, encabezada por la Orquesta Nacional de Jazz MX, con el joven maestro Gerry López a la cabeza. La Big Band de Playa del Carmen se presentará con 23 atrilistas en sus filas. La legendaria cantante de blues Mayita Campos nos sorprende gratísimamente al verla anunciada después de años de no saber de ella. El neofunk de Gabo González y su Groove Capital. Además, por supuesto, del concierto estelar de Francisco Lelo de Larrea.
Se apuntan otros nombres, como TLS, Julio Espinoza, Fotoprints Jazz Quartet, Río Funk, Gabriel Palachi Trío, etcétera, etcétera, etcétera. Lo curioso es que toda esta información no aparece en la página oficial del Riviera Maya Jazz Festival, por ello les damos aquí un pequeño adelanto.
Las tres noches estelares, las de Playa Mamitas, se inician el 26 de noviembre con Gabriel Espinosa, bajista y cantante yucateco de jazz afincado desde hace varios años en Iowa, quien llega a la Riviera Maya para presentar un segundo disco a dúo con Hendrik Meurkens, verdadero maestro alemán de la armónica, radicado en Nueva York, que dio por especializarse en las rutas del samba brasileño.
El primer disco de este dúo, celebrando, estuvo siete semanas consecutivas en el top 50 Jazz Week Chart, de Estados Unidos. Ahora, Espinosa y Meurkens presentan el disco Samba Little Samba, con el sonido tradicional brasileiro, sin propósitos o designios experimentales; se trata de un sonido limpio, bien armado, bien asumido, bien resuelto, en la más pura vena de la samba universal. Además, la tersura vocal de Alison Wedding, que susurra con melódica pulcritud cada una de sus frases, complementa correctamente este alegato.
Las noches de Mamitas serán clausuradas con la presencia estelar de Gino Vanelli, cantante canadiense que continúa siendo un enorme atractivo para los grandes públicos, aunque se ubique mucho mejor en los terrenos del pop que en los del jazz. El resto de la información está en www.rivieramayajazzfestival.com. Salud.