Se plantea retornar al modelo de compra de espacios en tv, según senador panista
Manlio Fabio Beltrones aplaudió en su momento la eliminación de adquirir espots, señala
Sábado 21 de noviembre de 2015, p. 7
El senador panista Javier Corral Jurado calificó de despropósito y una regresión la propuesta del dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, de retornar al modelo anterior de comunicación política que contemplaba la compra de espacios publicitarios en la televisión.
Cuestionó que Beltrones haga ese planteamiento cuando fue uno de los que aplaudió la reforma política que eliminó la posibilidad de adquirir promocionales. En aquel momento, recordó, el priísta calificó la decisión de valiente frente al poder de chantaje de las televisoras, incluso comentó que los partidos se habían quitado una pistola de la cabeza.
Corral Jurado señaló que evidentemente el gobierno y las cadenas televisivas están intentando reformar la legislación al ver el crecimiento electoral del dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de cara a los comicios de 2018.
Pero aquí la pregunta es si fruto de esta fobia contra López Obrador que tienen algunos militantes del PAN se va cambiar una regla constitucional que tiene como propósito limitar el dinero en los procesos electorales.
El ex candidato al gobierno de Chihuahua señaló que antes quien tenía más dinero tenía más espacios en la televisión, al insistir que sería deplorable regresar a ese esquema.
De los señalamientos en torno a que la reforma política se está utilizando por algunos dirigentes políticos para construir futuras candidaturas, expuso que dicha norma nunca fue pensada para catalogar o valorar contenidos de los espots partidistas. Su propósito fue poner bajo control el dinero.
Para el legislador, Ricardo Anaya, dirigente de su partido, sí está haciendo una promoción de su persona al aparecer en los anuncios publicitarios del PAN. La ley no prohíbe que lo haga, pero por ética partidista no debería hacerlo.
También destacó que Anaya tiene mayor cercanía con las televisoras que su antecesor en la dirigencia panista, Gustavo Madero, y ello se deriva de su obsesión por su propia imagen y su interés en aparecer en las pantallas o ser mencionado en los principales noticiarios del país.