En medio de pugnas entre las corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para mantener sus cuotas de poder, este sábado se llevará a cabo una renovación parcial de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Trascendió anoche que integrantes del CEN se aferraban a sus cargos, a pesar de que en agosto pasado los pusieron a disposición del Consejo Nacional, como parte de los acuerdos para realizar una restructuración del partido, tras la debacle electoral de junio pasado.

Se explicó que Nueva Izquierda se negaba a ceder al presidente nacional del partido, Agustín Basave, la nominación para la secretaría de Finanzas.

Además, esa corriente planteaba un cambio de cartera con Foro Nuevo Sol: Electorales por Prensa y Propaganda.

El ex secretario general del partido, Alejandro Sánchez Camacho, indicó ayer por la tarde que aún no había acuerdo para la renovación del CEN, porque las distintas expresiones hacen una valoración política sobre las carteras que tienen a cargo.

Dentro de este contexto, puso de ejemplo que era improbable que Sergio Leyva dejara la secretaría de Jóvenes, que corresponde al grupo del diputado Guadalupe Acosta Naranjo.

Apuntó que hasta este viernes, nadie había presentado su renuncia al CEN, así que las negociaciones continuaban.

A Nueva Izquierda le pertenecen siete posiciones; a Alternativa Democrática Nacional, cinco; a Foro Nuevo Sol, tres; a Izquierda Democrática Nacional, igual número, y a Patria Digna, una.

La renovación del PRD se dará en la continuación del consejo nacional, donde Basave fue electo presidente nacional del partido, y Beatriz Mojica, secretaria general, en sustitución de Carlos Navarrete y Héctor Bautista, respectivamente, luego que renunciaron a sus cargos.

Se prevé que las corrientes conserven sus carteras y sólo cambien personas en algunos casos.

La renovación de la dirigencia nacional se dará después de que el PRD perdió bastiones fundamentales para el partido, principalmente en el Distrito Federal, en las elecciones del 7 de junio pasado, así como por el escándalo en la selección de José Luis Abarca para alcalde de Iguala, aprehendido tras los hechos que derivaron en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.

Asimismo como una manera para recuperar credibilidad y confianza de los ciudadanos que dejaron de votar por el PRD, hasta dejarlo en 11 por ciento de las preferencias.