Con la participación de alrededor de 3 mil 500 delegados, este sábado se realizará la 18 Asamblea Nacional Extraordinaria del PAN, donde se reformará el estatuto para adecuarlo a la legislación política vigente.

El senador Javier Corral considera que el encuentro se lleva a cabo en momentos en que impera el desánimo entre la militancia, lo que dificultará que se alcance el quórum necesario para sesionar, que es de mayoría simple por cada delegación estatal.

Sin embargo, el secretario de Comunicación del partido, Fernando Rodríguez Doval, estimó que sí tendrán quórum, pues la dirigencia pidió a los jefes estatales hacer la promoción necesaria entre los delegados, a fin de que asistan a la asamblea.

En la reunión se someterá a consideración un proyecto de reforma que eleva a rango estatutario la comisión anticorrupción anunciada. El documento propone también modificaciones al sistema de justicia interna, establece la paridad de género en los órganos internos de dirección y crea otro para garantizar transparencia y acceso a la información.

En entrevista, Corral Jurado destacó que el partido llega a la asamblea con deficiencias y en un ambiente muy desangelado que obligó a acreditar delegados de asambleas municipales que no se hicieron por falta de asistencia, y a falsificar firmas de militantes para cumplir con quórum.

También criticó que no se siguiera el procedimiento de someter a los órganos directivos el proyecto de reforma, en particular al Consejo Nacional.

Dijo que se llega al cónclave sin que se hayan cumplido ninguna de las ofertas de campaña del dirigente Ricardo Anaya para regenerar al instituto. Sigue la degeneración del partido y su funcionalidad al gobierno hacen ver que sí hay un sector de panistas que encarna el PRIAN.

No hay reforma del padrón, ni revisión del proceso de afiliación. Anaya ofreció dar a conocer su declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses, pero no ha hecho nada, enfatizó.

A casi cien días de su llegada a la jefatura partidista, expuso que el político queretano nombró a quien se va a poner al frente del esfuerzo anticorrrupción, como lo hizo Enrique Peña Nieto con su auditor. Ello más allá de la personalidad de Luis Felipe Bravo Mena, quien se hará cargo de esa área, puntualizó.