Domingo 22 de noviembre de 2015, p. a14
Atenas. El clásico del futbol griego, que debía enfrentar ayer a los dos grandes: Panathinaikos y Olympiakos, fue suspendido antes del silbatazo inicial por el árbitro Andreas Pappas, debido a una trifulca entre ambas aficiones. Una hora y media antes del comienzo del encuentro un grupo de aficionados del Olympiakos se enfrentó a la policía, lanzando a los agentes piedras y otros objetos en las inmediaciones del estadio, mientras los uniformados respondieron con gases lacrimógenos. También chocaron aficionados y la policía en el interior del estadio, cerca del túnel de salida de los jugadores; un policía resultó herido tras recibir el impacto de una silla arrancada de las tribunas.