Beirut.

Cerca de 40 personas fallecieron en los intensos bombardeos de las aviaciones rusa y siria contra posiciones del Estado Islámico (EI) para combatir a ese grupo yihadista. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) aseguró ayer que los ataques aéreos del viernes en la provincia de Deir Ezor, en manos del EI, son los más violentos en esa región del este de Siria desde el inicio de la guerra civil, en 2011.

Aliada del régimen sirio, Rusia intensificó sus bombardeos contra el EI después de que el presidente Vladimir Putin prometió responder al atentado contra un avión ruso en el Sinaí egipcio, el cual fue reivindicado por el grupo yihadista.

Por lo menos 36 personas, entre ellas 10 niños, murieron y decenas resultaron heridas en más de 70 bombardeos realizados por aviones rusos y sirios en varias localidades de Deir Ezor, dijo Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

El Estado Islámico se declaró responsable el sábado pasado del ataque contra una mezquita chiíta al sur de Bagdad tras las oraciones del viernes, que según funcionarios iraquíes dejó saldo de 10 muertos.

La declaración del EI, que hicieron circular sus partidarios por Internet el sábado, menciona un ataque suicida. Autoridades iraquíes dicen que el ataque suicida en el edificio se produjo minutos después de la explosión de un artefacto que fue dejado en la calle.

Funcionarios iraquíes dijeron que cuatro atentados en Bagdad el sábado dejaron ocho muertos y 20 lesionados. Tres personas fallecieron, entre ellas dos soldados, y dos resultaron heridas cuando milicianos abrieron fuego contra un convoy al sur de Bagdad. Tres explosiones en las calles causaron cinco decesos y al menos 18 lesionados.

Fuentes policiales y hospitalarias hablaron bajo la condición del anonimato por no estar autorizadas a informar a la prensa.

Cuatro mujeres suicidas se hicieron estallar el sábado en el norte de Camerún, región golpeada por los yihadistas nigerianos de Boko Haram. En uno de los atentados murieron seis personas, reportaron fuentes oficiales.

Turquía anunció que propone cerrar “la autopista de la yihad”, como llamó a la vía que va y viene de Siria. No permitiremos a Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico) mantener su presencia en la frontera, aseguró Fediun Sinirlioglu, canciller turco.

El gran imán de la mezquita de Al Azahr, en El Cairo, Ahmed al Tayeb, pidió no atribuir al islam “los crímenes cometidos por grupos terroristas. Al Azahr es la principal institución sunita musulmana.

El terrorismo no tiene religión, dijo Al Tayeb, quien lamentó que se culpe al islam de los crímenes de explosión y destrucción simplemente porque quienes los cometen gritan Allahu Akbar (Dios es grande).

El imán hizo estas declaraciones al comienzo de una reunión del Consejo de Sabios Musulmanes, institución que reúne a dignatarios de diversos países, entre ellos de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Somalia.