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Rodrigo Ramos debuta como escritor

Cuando el vuelo de la palabra trasciende el cautiverio del cuerpo
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Rodrigo de Jesús Ramos Penagos padece artrogriposis, enfermedad congénita que afecta sus articulaciones. Pese a ello, ya escribió su primer libro, Planeta escoria, y trabaja en el segundoFoto Elio Henríquez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de noviembre de 2015, p. 38

San Cristóbal de

Las Casas, Chis.

Una enfermedad congénita que lo mantiene en cama desde que nació impidió a Rodrigo de Jesús Ramos Penagos acudir a la escuela, pero a sus 31 años ya escribió su primer libro y es invitado con frecuencia a centros educativos para dar pláticas motivacionales.

Su discapacidad le impide caminar, pero gracias a la lectura se me abrió el mundo y he viajado a otros lugares, algunos inventados por los autores, dice.

En entrevista, explica que usa la boca para dar vuelta a las páginas de los libros y manejar la consola de videojuegos.

Con la boca tomo el lápiz para presionar las teclas de la computadora, para escribir en un cuaderno y para ponerme los lentes; mi boca, mis dientes y el mentón son parte de mis manos, explica.

Entre risas continúa: “He aprendido algunos truquillos. Soy como un MacGyver del siglo XXI (se refiere al personaje que interpreta el actor Richard Dean Anderson en una serie televisiva cuyo protagonista resuelve problemas usando inteligencia, improvisación y conocimientos técnicos).

Comenta que padece un síndrome múltiple congénito llamado artrogriposis, caracterizado por contracturas que afectan diversas articulaciones, principalmente en las extremidades.

Puedo mover piernas y manos, pero de manera muy limitada. Caminar, no. Mis movimientos son reducidos. No puedo hacer muchas cosas. Soy dependiente de terceros, pero he encontrado la forma de hacer por mi cuenta las cosas que me gustan, destaca.

Me duele saber todo lo que tiene que hacer mi familia por mí. Aunque sé que lo hacen con amor, me pesa su sacrificio; por eso intento no lamentarme las 24 horas del día por no poder valerme. Tengo que seguir adelante con apoyo de mi familia y por mi cuenta, sentencia.

“Mis abuelos y mi tía me enseñaron a leer y escribir y mi educación ha sido muy autodidacta. He ido aprendiendo como he podido y así continuaré.

A mi mamá, Carmen Penagos, le gusta mucho leer también y siempre me ha apoyado en mis gustos literarios. Me compra los libros que le pido.

En ese ambiente comenzó a concebir y escribir su primer libro, Planeta escoria, que presentó en mayo pasado. “Es una historia en la que planteo que el planeta Tierra es un ser con conciencia que absorbe la energía de cada ser humano para crear todo el ecosistema, pero sin darse cuenta el planeta absorbe la maldad que radica en cada uno de nosotros.

Esto hace que el planeta se desequilibre y quede destruida toda la raza humana, a la que considera culpable del daño que le ha hecho a lo largo de miles de años, para crear una nueva especie. La esperanza de salvar a la humanidad radica en cuatro antihéroes porque son personas no capacitadas moralmente para esa gran tarea, entre ellos un abogado.

Señala que Planeta escoria le impuso muchos retos y entre seis y ocho años de trabajo, pero espera que su segunda novela, en la que ya trabaja, no lleve tanto tiempo. El Consejo Estatal para la Cultura y las Artes me está abriendo las puertas para publicarla. Es una oportunidad muy grande. Ahora me siento un poco más experimentado y seguro.

Dice que anímicamente está bien. A veces es difícil, pero trato de ver todo lo positivo que me ha traído esto. Si no hubiera sido una persona con discapacidad tal vez me hubiera dedicado a otra cosa y ningún medio se fijaría en mí. Estoy contento a pesar de todo.