La coreógrafa Gloria Contreras, fundadora del Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (TCUNAM), quien en sus obras conservó con exactitud la metodología empleada por los grandes coreógrafos rusos, como en el siglo XIX, murió la noche del miércoles, a los 81 años.

Mediante un comunicado que emitió la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, Lorena Luke, hija de la maestra, indicó que el deceso ocurrió alrededor de las 23 horas, en su casa, ubicada en San Ángel Inn.

La máxima casa de estudios realizó ayer un homenaje de cuerpo presente a María del Carmen Gloria Contreras Röniger, nombre completo de la coreógrafa mexicana, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.

En su cuenta de Twitter, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, escribió: Mi pésame a la UNAM y al Taller Coreográfico por el deceso de Gloria Contreras, coreógrafa extraordinaria.

La UNAM también expresó sus condolencias y lamentó profundamente la muerte de Gloria Contreras. La recordaremos regalándonos poesía transformada en danza.

Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, declaró a La Jornada: El Taller Coreográfico forma parte de los programas institucionales de la UNAM. Va a continuar, es un hecho. La coordinación está estudiando de qué manera continuará de manera óptima, como le hubiera gustado a Gloria, porque también hay bailarines de edad. No (peligra desaparecer) mientras esté yo, pues, además, no es un programa de una persona, sino de la institución. Se respeta y sigue adelante. Gloria ya tenía tiempo enferma. Lo que estamos haciendo desde un tiempo atrás es ver cuáles son las mejores opciones para mantener el taller.

Discípula de grandes figuras

Gloria Contreras nació en el Distrito Federal el 15 de noviembre de 1934. En su formación dancística se fusionaron algunas de las principales escuelas de ballet, como la francesa, mediante los estudios realizados en México, con Nelsy Dambré, así como de las escuelas estadunidense y rusa, que en Nueva York asimiló de grandes figuras como George Balanchine, Pierre Vladimiroff, Felia Doubrovska, Anatole Oboukhoff, Muriel Stuart y Carola Trier.

Tras una breve estancia en el Royal Winnipeg Ballet (1955-1956) se trasladó a Nueva York, donde fue becada en la Escuela de Ballet Americano. Fundó su compañía, con la cual tuvo gran éxito durante 14 años, en los cuales montó obras para compañías como la New York City Ballet o la Joffrey Ballet. En México, los inicios de Contreras en el arte dancístico fueron azarosos, incluso hubo una época en que no tenía donde bailar y la rechazaban cuando intentaba entrar a alguna compañía; por eso decidió probar suerte en Nueva York.

La bailarina en una fotografía tomada del libro Taller Coreográfico de la UNAM: 40 años de danza en México

Al llegar a la Escuela de Ballet Americano, tuvo la suerte de conocer al coreógrafo ruso George Balanchine, quien se interesó en su trabajo. Asimismo, en su estancia en Nueva York creó su compañía, la Gloria Contreras Dance Company, con la que recorrió Estados Unidos, y contaba con el apoyo del Rockefeller Center.

De regresó a México impartió clases en la UNAM, y en 1970 fundó el TCUNAM, en el cual realizó 94 temporadas en el Teatro Arquitecto Carlos Lazo, de la máxima casa de estudios, y en la sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario. La coreógrafa publicó 25 libros sobre poesía, dibujo, fotografía, ensayo y metódica dancística rusa.

La bailarina y coreógrafa logró que la comunidad universitaria se acercara a la danza, donde colaboró con músicos como Mario Lavista, Federico Ibarra, Juan José Calatayud. Quienes tuvieron oportunidad de ver al TCUNAM, en la década de los 70, recuerdan las funciones donde las bailarinas mostraban sus cuerpos perfectamente tonificados, mientras al piano tocaba Lavista.

Los universitarios se convirtieron en devotos del TCUNAM, ya que tenían la oportunidad de ver a las hermosas bailarinas y escuchar la música en vivo de los compositores mexicanos en escena, algo similar a lo que hizo el coreógrafo estadunidense Merce Cunnighan (1919-2009) con el gran John Cage (1912-1992).

Contreras es autora de 315 obras con música que abarca del siglo XII al XXI. Varias de sus coreografías forman parte de los repertorios de importantes compañías de México, Estados Unidos, Europa y América Latina.

Entre los reconocimientos que recibió la maestra figuran: los premios Nacional de Ciencias y Artes 2005 en el rubro de bellas artes; el de la Universidad Nacional, en 1995, en el área de creación artística y extensión de la cultura; el Guillermina Bravo, a personalidades de la danza mexicana, que otorga el Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Danza Mexicana.

Ingresó a la Academia de Artes de México como académica de número, en 2003. Ese mismo año ingresó como miembro del Consejo Internacional de la Danza CID-Unesco, en París. Recibió la Medalla al Mérito Artístico de la Confederación Interamericana de Profesionales de Danza, entre otros reconocimientos.