Dice que son 118 cadáveres, no 150, como informó el municipio
perfiles útilespara ser identificados por sus familiaresFoto Rubicela Morelos Cruz
Viernes 27 de noviembre de 2015, p. 38
Cuernavaca, Mor.
Sólo 44 de los cuerpos inhumados en dos fosas clandestinas halladas en la comunidad de Tetelcingo, municipio de Cuautla, tienen perfiles útiles
para ser identificados por sus familiares, dijo ayer el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Javier Pérez Durón, al comparecer ante el Congreso local. El funcionario aseguró que son 118 los cuerpos inhumados de manera irregular, no 150.
El fiscal acudió ayer al mediodía a informar sobre el caso de Oliver Navarrete Hernández y sobre las dos fosas ubicadas en un predio particular de Tetelcingo, a petición de la comisión legislativa de justicia y derechos humanos.
Pérez Durón fue designado de manera unánime por el Congreso estatal el pasado 6 de noviembre, un día después de que Concepción Hernández, madre de Oliver, denunció públicamente el secuestro y asesinato (perpetrados entre 2013 y 2014) y la inhumación ilegal de su hijo (realizada por trabajadores de la FGE el 28 de marzo de 2014).
Ante la insistencia de Concepción Hernández, trabajadores de la FGE exhumaron el cuerpo de Oliver Navarrete el 9 de diciembre de 2014 y dejaron al descubierto dos fosas clandestinas con al menos 100 cadáveres más.
Ayer Pérez Durón aseguró que hay 118 cuerpos en las dos fosas, según información del coordinador central de servicios periciales, Samuel Nava Vázquez. Esta versión contradice una ficha informativa de la policía municipal de Cuautla, en la cual se acotó que se inhumaron 150 cuerpos de manera ilegal en dichas excavaciones.
Javier Pérez afirmó que la FGE investiga de dónde provino la cifra de 150 cadáveres.
El fiscal sostuvo que las fosas no eran ilegales, pero el ayuntamiento de Cuautla 2012-2015 afirmó que no emitió permisos para que un predio particular opere como panteón ni como fosa común, ni se ha solicitado una autorización en ese sentido desde 1994. Agregó que el terreno donde están las fosas fue propiedad de la particular Socorro Tlapala, quien lo donó para que en ellos se excavaran fosas comunes.