Viernes 27 de noviembre de 2015, p. 36
Nairobi.
El papa Francisco advirtió este jueves desde Kenia sobre las consecuencias catastróficas
de un fracaso de las negociaciones sobre el clima, y preconizó el diálogo ecuménico como antídoto a la intolerancia, en un país duramente golpeado por los atentados yihadistas.
El Papa argentino, que inició el miércoles su primera visita a África, se reunió con representantes de otros credos, entre ellos varios dignatarios musulmanes. Con demasiada frecuencia se radicaliza a los jóvenes en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo y para desgarrar el tejido de nuestras sociedades
. Por eso, el diálogo ecuménico e interreligioso no es algo añadido u opcional, sino fundamental en un mundo herido por conflictos y divisiones
, declaró.
Al menos 400 personas murieron en Kenia en los dos últimos años en atentados de milicianos islamitas somalíes shebab, vinculados a la red Al Qaeda. Particularmente sangrientos fueron los ataques a la universidad de Garissa, en abril pasado (148 muertos), al centro comercial Westgate en Nairobi (67 muertos, en 2013) y a varias localidades costeras en 2014.
Después de ese encuentro, Jorge Mario Bergoglio celebró una misa ante unas 300 mil personas, según estimaciones de la prensa local, en el campus de la universidad de Nairobi.
El Papa se dirigió luego a la sede de la Organización de Naciones Unidas, donde pronunció un vibrante alegato a favor de la lucha contra el calentamiento global, a menos de tres días de la Conferencia en París sobre el Clima (COP21). Sería triste y, me atrevo a decir, hasta catastrófico, que intereses particulares prevalezcan sobre el bien común
en la reunión, agregó.
Advirtió además que el tráfico de diamantes, de productos naturales o animales alimenta la inestabilidad política, el crimen organizado y el terrorismo
, y abogó por relaciones internacionales más equilibradas, a pocos días de la inauguración en Nairobi de la décima conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio.