Colima, Col. El número de muertos por un brote de hepatitis en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de esta capital aumentó a cinco, mientras autoridades de salud afirmaron que el uso de drogas aumenta entre las personas infectadas el riesgo de fallecer por la enfermedad. El gobernador interino, Ramón Pérez Díaz, solicitó una investigación pormenorizada para deslindar responsabilidades y solicitó que se entregue toda la información disponible a la Comisión Estatal de Derechos Humanos; además, pidió que se apliquen todos los protocolos de salud y seguridad pública que sean necesarios. La Secretaría de Salud del estado sigue ofreciendo atención médica y aplicando medidas de contención sanitaria, vigilancia epidemiológica y promoción de la salud. Hasta ahora se han detectado 20 casos de hepatitis entre reos; uno padeció hepatitis B, 12 presentaron del tipo C y siete hepatitis B y C; 10 de los enfermos han requerido hospitalización; cinco murieron por insuficiencia hepática aguda (hepatitis tóxica); tres ya fueron dados de alta y dos siguen internados. Los nombres de los fallecidos no se revelaron a los medios por respeto a los familiares, pero se dieron a conocer a la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Los otros 10 reclusos son atendidos en el Cereso por personal médico de la institución y no ha sido necesario hospitalizarlos.