axaca y Michoacán están en el centro de la atención mediática por la reacción del magisterio a la reforma educativa. Con secciones sindicales que tradicionalmente se oponen al servilismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), las autoridades federal y estatales se esfuerzan por encontrar caminos a la negociación en un asunto que debe cumplirse por ley. En Aguascalientes la actitud de los líderes de la sección uno del SNTE se ha mantenido sin cambio alguno: sin responder a su base.

La información sobre la reforma educativa en Aguascalientes ha sido insuficiente; no queda claro a los maestros cómo se ha desvinculado la nómina del gobierno estatal y ya no debe responder a las instrucciones que desde el palacio de gobierno se les manda vía la dirigencia del SNTE. Cada vez es más difícil para Nueva Alianza convocar a los profesores para llenar auditorios o acudir a las urnas; la élite que conforma la dirigencia quedó en evidencia.

La semana pasada, Rafael Ochoa, ex secretario general del SNTE, difundió en la entidad información que ha prendido la mecha. Aclaró a los maestros de Aguascalientes que con la reforma perdieron doble plaza, carrera magisterial, escalafón y la posibilidad de negociación salarial, lo que para los maestros es sencillo comprobar con sus condiciones laborales, más allá de las promesas del gobierno federal y del sindicato. El discurso fue sencillo: a los maestros los han engañado, y ese mensaje ya permea entre la disidencia de la sección uno del SNTE, suma inconformes, que no se reflejan en la asistencia a la evaluación, pero sí en medios, redes y en la calle, cuestionando a la actual dirigencia.

El titular de Educación Pública, Aurelio Nuño, felicitó a los maestros de Oaxaca porque, al participar en la evaluación, han comenzado a sacudirse las presiones. En Aguascalientes, la información que Rafael Ochoa ha difundido entre el magisterio funciona en el mismo sentido: comienzan a sacudirse las presiones de una dirigencia sindical alejada de la base, dedicada a sacar provecho personal.