Para el ejercicio del próximo año los legisladores aprobaron un pequeño incremento a lo propuesto por el Ejecutivo federal en el presupuesto de ciencia, tecnología e innovación, con lo que se alcanzó el 0.57 por ciento de inversión para esos rubros.

Así lo destacó José Franco López, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT) y director de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Informó que en 2016 ese sector ejercerá 91 mil 650 millones de pesos.

En entrevista, el científico afirmó que el incremento será un gran apoyo para muchos rubros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pues se mantendrán en los mismos niveles los programas de becas y de estímulos a la investigación, y también se podrá incrementar el número de miembros del Sistema Nacional de Investigadores.

Franco López agregó que también se destinarán varios millones de pesos para infraestructura científica en el Instituto Politécnico Nacional y en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

Los diputados de esta nueva legislatura hicieron una magnífica labor, particularmente los que integran la Comisión de Ciencia y Tecnología. Pudieron aumentar en 726 millones de pesos el presupuesto que el Ejecutivo federal había enviado en su proyecto de egresos.

Buena noticia para el sector

Para el coordinador del FCCT –órgano asesor del Conacyt cuya mesa directiva está integrada por instancias públicas, como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, y privadas– el incremento, aunque pequeño, es una buena noticia para el sector.

Hablamos en términos reales de un ligero crecimiento, pero esto representa que para el siguiente año alcancemos 0.57 por ciento del PIB para ciencia, tecnología e innovación, que aunque pequeño es más que el 0.56 por ciento del año pasado. Lo importante es que los recursos no decrecieron.

Destacó la necesidad de que el sector privado aporte recursos para estos rubros. Si tuviéramos una relación entre la inversión privada y la federal, como la que se da en Estados Unidos, países de Europa o Israel y Corea, en los que el presupuesto público representa la tercera parte del gasto en el sector, en la actualidad tendríamos 0.5 por ciento del PIB aportado por la Federación y uno por ciento por la industria privada, con lo que rondaríamos 1.5 por ciento.

Por ello, subrayó, se requiere que haya mayor participación privada en esas áreas. Particularmente para que al final de este sexenio se pueda alcanzar la promesa del Ejecutivo federal de llegar a uno por ciento de inversión para esas áreas.

También explicó que recientemente el FCCT presentó un proyecto consistente en instalar una oficina en el país que brinde asesoría permanente a los legisladores sobre temas de ciencia, tecnología e innovación. Idea que tiene como base el modelo británico de la Oficina Parlamentaria de Ciencia y Tecnología (POST, por sus siglas en inglés).

Su función es asesorar a las cámaras (de los Lores y de los Comunes) en materia científica y tecnológica. Desde ese despacho se realizan análisis independientes con apoyo de expertos científicos y becarios de posgrado, dirigidos a las personas que toman decisiones para que puedan definir políticas públicas en las áreas de trabajo de ciencias biológicas y salud, medio ambiente y energía, ciencias físicas, ingeniería y tecnologías de la información, así como ciencia y tecnología para el desarrollo.