San Bernardino.

Al menos 14 personas fallecieron y 17 resultaron heridas este miércoles en un tiroteo perpetrado en un centro para discapacitados en San Bernardino, al este de Los Ángeles, California, confirmaron las autoridades. Se cree que tres hombres armados abrieron fuego, y más tarde se informó de dos sospechosos ultimados junto a una camioneta.

El presidente Barack Obama, quien fue informado de inmediato de lo sucedido, lamentó el patrón de tiroteos en Estados Unidos en un escenario que, admitió, no tiene igual en el mundo. Por ello, renovó su llamado al Congreso para cambiar la legislación y restringir el acceso a las armas de fuego.

El jefe policial Jarrod Burguan, quien dio los datos preliminares sobre los muertos y heridos, explicó que al menos tres sospechosos perpetraron la masacre y huyeron en una camioneta negra. Añadió que de momento no sabemos quiénes son, pero estaban preparados como si se tratara de una misión.

Horas después, Burguan informó en conferencia de prensa que los sospechosos fallecieron durante una operación policial de captura, en que un agente resultó herido. Se trata de un hombre y de una mujer. Usaban ropa de asalto y llevaban rifles y pistolas.

Indicó que los hombres del vehículo se trenzaron en un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad, y que una tercera persona fue detenida tras ser vista salir del lugar del tiroteo, pero la policía no pudo confirmar si el detenido participó en la matanza. Otro reporte de prensa señaló que unidades especiales fueron vistas sacando del asiento trasero a uno de los sospechosos.

Previamente, las autoridades informaron que la policía bloqueó una camioneta negra que parecía tener varios impactos de bala en una calle residencial de San Bernardino, donde ocurrió un intercambio de disparos. Imágenes de televisión mostraban a una persona en el suelo, junto al vehículo y rodeada de agentes.

No estaba claro si hay algún otro sospechoso prófugo, pero se informó que la policía continuaba la búsqueda.

Las autoridades todavía desconocen las razones que motivaron la matanza o si tendría conexión con el exterior, pero reconocieron que se trata, como mínimo, de un acto de terrorismo local. Esto, a decir del subdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), David Bodich, quien señaló que no se puede descartar que se haya tratado de un acto terrorista.

El tiroteo comenzó cerca de las 11 horas (local) en el Centro Regional Inland, donde se celebraba un acto organizado por el condado de San Bernardino. De los heridos en ese centro, se informó que 10 están hospitalizados en estado crítico.

Un empleado del centro Brandon Hunt contó a la cadena CNN que un centenar de personas se habían dado cita en el lugar, además de unos 550 trabajadores que se encerraron en oficinas y armarios. Hunt no dijo cuántos pacientes había en el centro al momento del tiroteo.

Los bomberos habían anunciado previamente, por Twitter, que el tiroteo se saldó con unas 20 víctimas, pero sin precisar el número de muertos y heridos.

Los atacantes usaron rifles de asalto AR-15. Las autoridades encontraron artefactos explosivos en el edificio, y se requirió de la presencia del equipo antibombas para desactivarlos.

Tras el registro de la zona, tiendas, oficinas y una escuela fueron cerradas.

El presidente Obama pidió nuevamente un esfuerzo bipartidista en todos los niveles de gobierno para abordar el problema de los tiroteos masivos. Podríamos tomar varias medidas, no para eliminar todos los tiroteos, pero sí para mejorar las oportunidades de que no sucedan con tanta frecuencia, dijo, a modo de que estos casos sean raros.

Hace apenas cinco días el mandatario clamó ya basta a los ataques con armas de fuego después de que tres personas murieron y nueve resultaron heridas cuando un hombre abrió fuego en una clínica de Planned Parenthood, en Colorado.

La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, condenó los hechos: me niego a aceptar que esto es normal. Debemos tomar medidas ya para frenar la violencia derivada de las armas de fuego. El precandidato republicano Donald Trump deseó buena suerte a las fuerzas de seguridad. ¡Ahora es cuando apreciamos tanto a la policía!, escribió en Twitter.