Unas horas después del lanzamiento oficial de la convocatoria al debate nacional sobre el consumo de la mariguana, el presidente Enrique Peña Nieto habló sobre las inquietudes de sus hijos al respecto: “Oye papá, ¿quiere decir que pronto, entonces, nos vamos a poder echar un churro aquí, delante de ustedes (en alusión a su esposa Angélica Rivera)? Les he dicho: no, no se confundan. Se abre un debate, y les he expresado mi posición categórica de estar en contra de la legalización de la mariguana”.

Ante gobernadores, secretarios de Estado y funcionarios de organismos autónomos reunidos en la residencia oficial de Los Pinos para instalar el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, Peña Nieto utilizó la anécdota familiar para ratificar sus objeciones, tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que precipitó el debate en que se involucrara el país en los próximos meses.

Reconoció que hay diversas voces y planteamientos sobre el uso, por ejemplo, medicinal del enervante, o bien quienes han sostenido que la legalización de la mariguana hará más fácil combatir al crimen organizado, las ventas ilícitas y los rendimientos que tiene esta actividad, sólo por legalizarla. Entonces, la pregunta sería, ¿para combatir al crimen organizado pongamos en riesgo la salud de la niñez y juventud mexicanas? Mi respuesta es no.

No arriesgar la salud

Para el Presidente, el Estado tiene que hacer lo suyo para combatir al crimen organizado con toda su fuerza, sin arriesgar la salud de la niñez y juventud mexicana.

El Presidente agregó que hay evidencias claras de que el consumo de esta sustancia es nociva, es dañina para el desarrollo de la juventud y de la niñez, para el desarrollo de sus capacidades síquicas y físicas. En pocas palabras, hace daño.

En medio del discurso en defensa de los menores, Peña Nieto se explayó en torno al inminente debate sobre la mariguana, sobre el cual, dijo, pese a su oposición a legalizar la droga, estaba completamente de acuerdo. Es necesario que expertos, especialistas en la materia ofrezcan mayores luces hacia dónde debemos transitar: si mantenemos este régimen prohibicionista o establecemos una regulación para determinados usos, eventualmente, de la mariguana.