Una adolescente con minifalda y top, sentada en la barda de una azotea, posa para la cámara. Piernas cruzadas, cabello largo y apenas una sonrisa. El fondo de la imagen está compuesto por un tinaco, casas grises, antenas chuecas y láminas amontonadas en el techo de otra vivienda. Esos elementos bastaron para que la fotografía apareciera en redes sociales con la etiqueta #Putipobres, con la que se muestran mujeres desnudas o semidesnudas en lugares que exhiben la pobreza de sus protagonistas.

Es una tendencia en Internet que los usuarios han nombrado pobrezofilia, la cual discrimina, ataca la dignidad de las mujeres, las ve como objetos y relaciona su clase social con su disponibilidad para cualquier hombre, opinó en entrevista Mirza Aguilar Pérez, académica de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Al parecer el fenómeno comenzó en México hace unos meses y se ha extendido a Costa Rica, Colombia, Chile y Argentina, de acuerdo con el diputado federal Rafael Hernández Soriano (PRD), quien en octubre propuso un punto de acuerdo para que la Secretaría de Gobernación atienda este asunto.

Cientos de retratos y videos muestran a mujeres y adolescentes en posiciones sexuales. Otras imágenes son selfies, sobre todo de menores de edad, en sus recámaras con techo de lámina o paredes de tabique y “por posar de manera sensual alguien ocupa la imagen con ese hashtag o #TanRicayTanPobre, por ejemplo”, señaló el funcionario.

En el punto de acuerdo, Hernández Soriano pide a Facebook, Instagram y Twitter retirar ese contenido. El legislador aseveró que no es necesario reformar la ley para evitar esas conductas, sólo políticas de prevención.

Habrá quienes por decisión propia se tomen la foto y la suban, pues es evidente que la intención era crear material pornográfico, y aún así podría implicar delitos de trata porque no se sabe en qué situación lo hicieron, acotó. Pero muchas más están sacadas de contexto, y lo que pensaron sería una foto atractiva termina siendo usada para burlarse de ellas, añadió Mirza Aguilar.

La especialista en temas de género coincidió con Cynthia Solís Arredondo, experta en derecho informático, en que no se trata de algo nuevo. Parece que ser pobre te hace estar disponible sexualmente; es un asunto histórico en el que se cruzan supuestas jerarquías de raza, origen étnico, clase social y género, apuntó la primera. La raíz no está en las redes sociales, pues éstas sólo han puesto una lupa a la discriminación.

Otras etiquetas, como #LegalicenAlasDe16 o #YaQuierenDesdeLos15, evidencian cómo se objetiviza a las mujeres desde muy temprana edad y cómo se piensa que ya pueden ser utilizadas, según Mirza Aguilar.

Imágenes de menores de edad desnudas se consideran pornografía infantil y se persiguen de oficio, recordó Solís. Sin embargo, la policía cibernética no las ha bloqueado. Para el caso de las adultas es necesario una denuncia, así que los usuarios de las redes podrían interponerla de manera anónima al 088 o a la cuenta @ceac_cns, aconsejó.