Diego del Río dirige una de las más célebres obras de Chéjov
Las pieza se mantiene vigente, pese a que fue escrita hace 100 años
Domingo 13 de diciembre de 2015, p. 5
Un serie de emociones y sentimientos como el amor y el desamor, la relación entre madre e hijo, el deseo no correspondido y el de buscar el sentido de la vida en el lugar incorrecto se entretejen en La gaviota, una de las más célebres obras del dramaturgo ruso Antón Chéjov, que con dirección y adaptación de Diego del Río se estrenó el pasado viernes 11 de diciembre en el Foro Shakespeare.
Se trata de una pieza que aun cuando se escribió hace más de 100 años, conserva su vigencia, debido a la compleja humanidad y contradicciones que reflejan los personajes, explica el director de la puesta.
Es una historia que habla de gente y conflictos reales, de ese vacío existencial que experimentan algunas personas y que buscan llenarlo con el otro, en lugar de trabajar con sí mismos
, comentó.
La gaviota, además de abordar esos conflictos emocionales, habla igual del quehacer teatral. Chéjov conocía muy bien a los creadores escénicos. Aquí se burla de los escritores, de las actrices y los actores.
Ese discurso se vuelve actual, toda vez que los actores que se presentan en el Foro Shakespeare no llevan un determinado vestuario, sino que como vienen vestidos ese día es como dan la función, reflejando así una cotidianidad contemporánea
, indica.
De esa manera, dice Del Río, lo que nos importa es que la obra conecte con el público de hoy día. No me interesa contar historias de situaciones con las que no nos podemos identificar. Me interesan historias que conmuevan, emocionen y que nos reflejen como personas
.
La historia trascurre en la finca de Sorin, cuando Arkádina, su famosa hermana actriz, llega acompañada de su amante Trigorin, con la finalidad de pasar unos días de descanso.
Durante la estancia Arkádina descubrirá que su hijo Kostia anhela convertirse en dramaturgo y que está enamorado de una atractiva aprendiz de actriz de nombre Nina.
Distintos vínculos sentimentales se entretejen, mientras los reproches del pasado afloran. Dos años después, los personajes vuelven a reunirse en la casa de verano sólo para darse cuenta de que las aspiraciones no siempre se realizan.
Para esta puesta en escena, destaca el creador escénico, tenemos un especial interés por desarrollar la personalidad narcisista de Arkádina y por representar la melancolía que el dramaturgo ruso plantea en su obra, lo cual es un estado emocional y una atmósfera muy difíciles de representar
.
Esta propuesta escénica forma parte de un ambicioso proyecto que pretende llevar a la escena las obras de Chéjov. Con la producción de Óscar Uriel, Tío Vania fue puesta en escena hace dos años; ahora se presenta La gaviota y próximamente se quiere montar Las tres hermanas y El jardín de los cerezos.
Con las actuaciones de Blanca Guerra (Arkádina), Mauricio García Lozano (Trigorin), Paulette Hernández (Nina), José Sampedro (Kostia), Odiseo Bichir (Sorin), Adriana Llabrés (Masha), Pablo Bracho (Dorn), Carlos Valencia (Medviedenko) y Pilar Flores del Valle (Polina).
La propuesta escenográfica que divide el espacio en blanco y negro fue ideada por Aura Caraza y Atenea Chávez. La iluminación es de Matías Gorlero.
La gaviota da funciones desde el 11 de diciembre, a las 20:30 horas, en el Foro Shakespeare (calle Zamora 7, colonia Condesa).
La temporada durará hasta el 8 de enero próximo. Funciones todos los días. Lunes a sábado, a las 20:30 horas, y domingos, a las 18 horas. (Excepto 24 y 31 de diciembre).