Víctor Jiménez presentó su obra El pozo, con historias de la cotidianidad urbana
fueron escritos hace 30 años, en una época en la que poco se escribía sobre la vida cotidiana de la gente sencilla de la ciudad, de dar voz a esas personas que no la tenían y gracias a ellos se mueve el engranaje productivo de la sociedad, explica Víctor JiménezFoto Roberto García Ortiz
Martes 15 de diciembre de 2015, p. 6
Treinta y siete cuentos urbanos y una crónica integran el libro El pozo, de Víctor Jiménez.
Ofrece una serie de historias realistas de la vida cotidiana, de la gente sencilla y humilde de la gran ciudad, entre divertidas, reflexivas, dramáticas, tristes o crueles
.
Es una edición de autor que retrata las condiciones sociales, la queja, la denuncia, la impotencia, las mentiras, la indiferencia y las injusticias de un sistema que nos mina a todos.
El libro, que fue presentado hace unos días en la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, tiene tres apartados: De la superficie del pozo, A medio pozo y En lo profundo del pozo, indica el autor.
Como metáfora, el primero se refiere al mirar un pozo y verse reflejado uno mismo en él. Aquí se reúnen los cuentos más breves y divertidos
.
En el segundo, es cuando alguien baja al pozo. Son relatos más reflexivos
. Finalmente, en la tercera parte, es como si el lector estuviera en el fondo mirando hacia el exterior. Los relatos aquí son más dramáticos y crueles
.
Así se articulan los cuentos, como la vida misma, afirma Jiménez, pues hay momentos divertidos, reflexivos, de amargura y desesperación.
Precariedad, amores y desgracias
El libro, que llega a la cuarta edición, está ilustrado con viñetas de varios artistas, como David Gallegos, Daniel Manrique, Alberto Cruz, Susana González, Jose H. Delgadillo, Giovanni Mendoza, Salvador Gracián, Ismael Olivares, Iseo Noyola y Daniel Camacho.
En esta ocasión cuenta, además, con una presentación de Alberto Híjar Serrano.
Algunos de los cuentos fueron escritos hace 30 años, en una época en la que poco se escribía sobre la vida cotidiana de la gente sencilla de la ciudad, de dar voz a esas personas que no la tenían y gracias a ellos se mueve el engranaje productivo de la sociedad
, explica el autor.
De acuerdo con Alberto Híjar, en la presentación, los relatos dan cuenta de sus vidas precarias, de sus amores y desgracias, de las penurias y alegrías de quienes día con día tiene que ingeniárselas para sobrevivir con la familia
.
Junto con la escritora Sara Álvarez Casas, fallecida hace cuatro años, autora de Apuntes de una mujer cualquiera, Víctor Jiménez con El pozo construye una épica de los trabajadores y trabajadoras para no dejarlos pasar frente a nosotros como si fueran invisibles, sino para celebrarlos como héroes productores de todo lo que nos permite vivir pese a las condiciones sociales
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Son historias que tienen la finalidad, concluye el autor, de tocar el corazón y la conciencia del lector
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