Martes 15 de diciembre de 2015, p. 13
A nuestros lectores:
En diferentes momentos y circunstancias, La Jornada ha impulsado proyectos regionales de periodismo, con el propósito de añadir alcance a los contenidos generados en la capital del país y dar cauce a las expresiones específicas de cada lugar.
Con esa convicción se han ido creando ediciones estatales a lo largo del país, en condiciones que han privilegiado el espíritu periodístico sobre el empresarial y que incluso con sacrificios o esfuerzos económicos de la casa matriz han permitido a algunos diarios locales sobrellevar etapas difíciles. Más de una vez, la crisis de algunas de estas compañías editoras fue superada no con cargo a ellas, sino a la cuenta de La Jornada.
En el caso de Editora de Medios de Michoacán, SA de CV, autorizada mediante contrato para publicar La Jornada Michoacán y La Jornada Jalisco, un incumplimiento reiterado de las contraprestaciones económicas convenidas llevó a la dolorosa decisión de dar por terminada la relación empresarial, aunque no era el económico el único punto a partir del cual se podría fundar con legitimidad esa determinación.
Resulta muy lamentable, para una comunidad que tres décadas atrás surgió de la sociedad civil para dar voz a los que no la tienen en los medios de comunicación tradicionales, presenciar que la conducción de un proyecto periodístico fraterno llegue a su final en los términos específicos de esa empresa regional.
En particular es preocupante la situación laboral de quienes han participado en Editora de Medios de Michoacán, SA de CV, firma a la que corresponde la atención de las condiciones de trabajo y la respuesta a sus inquietudes y demandas.
Es claro que Michoacán y Jalisco, como otros lugares del país, requieren un periodismo que informe y analice con sentido profesional, además de un enfoque crítico y una consustancial distancia respecto a los poderes y sus intereses. En La Jornada se han impulsado y se seguirán impulsando proyectos periodísticos regionales, buscando el sano equilibrio financiero y el cumplimiento de los propósitos que han animado a esta casa editora a lo largo de tres décadas.