Uno de los personajes más evidentemente satisfechos con el decreto firmado ayer por el presidente Enrique Peña Nieto, mediante el cual se crea la Secretaría de Cultura, era el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa.

En cuanto concluyó la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015, el funcionario federal se vio envuelto por un maremágnum de reporteros de radio, televisión y prensa.

La encomienda era clara: saber cuál es el siguiente paso y si Tovar y de Teresa será el primer titular de la naciente dependencia.

De muy buen ánimo, el funcionario federal afirmó que la Secretaría de Cultura es el resultado de un trabajo acumulado en el tiempo de las instancias culturales, entre ellas los institutos nacionales de Antropología e Historia y de Bellas Artes, así como de quienes han trabajado o colaborado con ellas y los artistas.

“De tal manera –acotó–, que no puedo más que celebrar la decisión del Presidente de la República de haber enviado esta iniciativa y que haya sido recibida con beneplácito tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.”

Reconoció a los integrantes del Poder Legislativo por la comprensión que tuvieron y el sentido histórico de que éste es un tema importante para México. No es importante sólo para las instituciones, es importante porque es donde se crea el hilo conductor que ha ido definiendo a nuestro país.

Como hizo Peña Nieto en su discurso, Tovar y de Teresa rechazó que la nueva secretaría implique el aumento de burocracia y precisó que si bien la dependencia integrará a institutos como el Nacional de Estudios de las Revoluciones en México, el de Derechos de Autor y el de lenguas Indígenas, eso no implicará un gasto extra, porque cada una de esas instancias tienen su presupuesto y personal propios.

Sobre el caso del Instituto Mexicano de la Radio, aclaró que únicamente se participará en los contenidos culturales de dos de las 84 estaciones que integran esa emisora: 94.5 y Radio Jazz.

De acuerdo con el titular del Conaculta, dependencia que dejará de existir el próximo 31 de diciembre, los principales retos que enfrentará la Secretaría de Cultura en su etapa inicial son multiplicar lo que han hecho hasta ahora las instituciones culturales y justificar por qué se convirtió en secretaría de Estado.

Inquirido de forma directa, aceptó su interés de convertirse en el primer secretario de Cultura de México: Para alguien que ha estado durante más de 30 años en el trabajo cultural será siempre un honor estar al frente de una institución que viene a culminar un esfuerzo que durante este siglo ha sido muy claro.

Sin embargo, subrayó que aún no son los tiempos, pues resta que el decreto sea publicado en el Diario Oficial de la Federación (lo que se espera sea antes del 31 de diciembre); crear el reglamento de la nueva secretaría, el cual permitirá su operación; y la Ley de Cultura, en la cual se espera trabajar de manera conjunta con la sociedad y el Poder Legislativo.