La narradora y poeta recibió la medalla Bellas Artes por su fructífera trayectoria
porque habita en la memoria
Hay textos muy bien escritos, pero que nacen muertos
, considera la galardonada
Ella crea atmósferas y misterios para sobrecogernos con el horror y la belleza, afirma filóloga
Jueves 17 de diciembre de 2015, p. 6
Reconocida como notable escritora de literatura fantástica, decana de ese género, cuyas inquietantes, enigmáticas e insólitas historias son equiparadas con las de Juan Rulfo, Juan José Arreola, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, la narradora y poeta Amparo Dávila (Zacatecas, 1928), de 87 años, fue distinguida por su fructífera trayectoria con la medalla Bellas Artes.
Durante la entrega de esa presea, efectuada la noche del martes en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la filóloga Georgina García Gutiérrez y los escritores Evodio Escalante y Mauricio Montiel coincidieron en destacar el talento y la sensibilidad de Dávila.
En Bellas Artes, Amparo Dávila agradeció la distinción y dijo que con su obra trata de conseguir “un rigor estético, no solamente en la perfección formal o técnica, en la palabra justa, sino en la vivencia.
La sola perfección formal no me interesa, porque la forma es sólo la justificación de la escritura. Hay textos muy bien escritos, pero que nacen muertos. No quedan en la memoria del lector. Creo en la literatura vivencial, ya que la vivencia es lo que comunica a la obra la clara sensación de lo conocido, de lo ya vivido, la que hace que perdure en la memoria y en los sentimientos, lo que constituye su fuerza interior y su más exacta belleza.
La medalla Bellas Artes le fue entregada a Amparo Dávila por María Cristina García Cepeda, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Su obra refleja enorme profundidad y belleza literaria; Amparo es una gran poeta y una gran narradora de literatura fantástica
, expresó García Gutiérrez. Su lenguaje poético es una de las herramientas de la narradora, con el que crea atmósferas y misterios para sobrecogernos con el horror y la belleza
.
En su cuento Tiempo destrozado, por ejemplo, son notables los cambios de los espacios y puntos de vista, así como la manera de conducir al personaje narrador hasta el terror, que se multiplica en distintas mujeres, pero que es ella misma a la vez, explicó García.
La lleva de una mágica atmósfera a otra igual de exótica, lo que requiere de un talento narrativo y poético.
Admirada por Julio Cortázar
Desde el albor de su carrera, Amparo Dávila cultiva de manera magistral la literatura fantástica. Sus cuentos la ubican entre los mejores escritores de ese género, como Carlos Fuentes y Cortázar, de quien fue amiga y con el que mantuvo estrecha correspondencia.
Dávila es por ello también considerada una de las narradoras más relevantes en México y América Latina.
De acuerdo con la crítica especializada es una de las pocas cuentistas cuya literatura parece rebasar la realidad sin entregarse por completo a la fantasía, una de las características que se dice impresionó al argentino Julio Cortázar.
La literatura de Amparo resiste lecturas y relecturas. Sus textos son de lenta elaboración, de un cuidado constante desde el nivel de la palabra hasta el de la lógica de las acciones en su narrativa. Sus cuentos atrapan al lector. Muestra que la realidad encierra sorpresas desconcertantes, que las personalidades en apariencia grises ocultan, como la cotidianidad, abismos, rupturas, locuras
, afirmó Georgina García.
Todas las variantes de la fantasía están en sus cuentos.
En su momento, Evodio Escalante destacó que Amparo Dávila no tiene reflectores, como sí ocurre con otros grandes escritores de la Generación del medio siglo, como las admiradas Rosario Castellanos y Elena Garro.
Sin embargo, señaló el escritor, la homenajeada se impone en la escena literaria del país por su arte riguroso en la ficción, que tiene en ella a una de sus más notables representantes
.
Escalante se remitió al trabajo de la ensayista Lidia García Cárdenas, autora de un análisis crítico literario sobre la obra de Amparo Dávila.
El escritor expresó que los textos de Dávila han merecido la atención de personajes e investigadores como Emmanuel Carballo, Luis Mario Schneider y José Vázquez Amaral, quien reseñó el primer libro de cuentos de la narradora mexicana en el periódico The New York Times.
Amparo Dávila es autora, entre otros libros, de Salmo bajo la luna, Perfil de soledades, Meditaciones a la orilla del sueño, El cuerpo y la noche, Tiempo destrozado, Música concreta y Muerte en el bosque.