Patentiza el propósito de concesionar la riqueza cultural a la IP
Jueves 17 de diciembre de 2015, p. 7
Académicos nacionales y extranjeros se manifestaron contra la creación de la Secretaría de Cultura, cuyo decreto fue firmado ayer por el presidente Enrique Peña Nieto.
“El análisis de la iniciativa que derivó en dicha secretaría hace evidente el propósito de concesionar el patrimonio cultural a manos privadas, partiendo de una perspectiva limitada de la ‘cultura’, lo que implica desvirtuar el cometido y alcance del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”, además de restarle funciones, autonomía y vinculación con el sector educativo y los movimientos sociales.
La carta, firmada entre otros por los académicos e intelectuales mexicanos Pablo González Casanova, Miguel Concha Malo, Rodolfo Stavenhagen, Luisa Paré, Raúl García Barrios y Carlos Fazio, subraya que el INAH es una institución emblemática de México, dedicada desde hace más de 75 años a la investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural. Mediante el concurso y desarrollo de diversas disciplinas, en un proceso progresivo y acumulativo de saberes, el INAH ha generado escuelas museos y centro de trabajo de alto nivel y un cúmulo amplio y profundo de conocimientos, además de llevar a cabo una labor cotidiana de atención y seguimiento en sus diversas áreas de competencia
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El INAH constituye un referente dentro y fuera de México en la tarea de velar por la raíz identitaria de los pueblos. Restarle funciones, autonomía y vinculación orgánica con el sector educativo y los movimientos sociales es una medida desafortunada para el sector cultural y para el medio académico dedicado a la investigación en ciencias sociales y humanidades, vulnerando la defensa de la integridad biocultural del país y de los saberes de los pueblos en general
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El documento, que cuenta con 300 firmas, concluye: Nos manifestamos por el respeto a la investigación científica y la docencia como áreas sustantivas del INAH
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Entre los firmantes extranjeros se encuentran Arturo Escobar, de la Universidad de Carolina del Norte; François Houtart, del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador; Pierre Beaucage, de la Universidad de Montreal; Néstor Kohan, de la Universidad de Buenos Aires, e Yvon Le Bot, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.