Moscú.

Para el presidente Vladimir Putin, el multimillonario estadunidense Donald Trump es una persona muy brillante y de talento, sin duda alguna. No es asunto nuestro destacar sus cualidades, pero es el líder absoluto de la campaña presidencial (entre los candidatos republicanos) en Estados Unidos.

Dice que desea otro nivel de relaciones, más estrechas y profundas, con Rusia, ¿cómo no alegrarse por eso? Por supuesto que nos alegramos, señaló este jueves el mandatario ruso.

Preguntado sobre el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca, respondió: primero hay que entender quién será. En cualquier caso, sea quien sea, estamos dispuestos y queremos desarrollar nuestra relación con Estados Unidos. Estamos abiertos y trabajaremos con cualquier presidente por el que vote el pueblo estadunidense, explicó.

El titular del Kremlin afirmó lo anterior en la conferencia de prensa anual, en la cual por tradición hace un balance de la agenda política del año.

Tras dejar claro que Rusia va a continuar sus bombardeos en Siria el tiempo que sea necesario, aseguró que Moscú apoyará la resolución promovida por Washington en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas sobre la crisis de Siria.

Estados Unidos hizo una propuesta aceptable, aunque todavía hay que trabajar sobre algunos puntos, pero en principio, en los aspectos claves tenemos coincidencias, aunque pudiera parecer extraño, con los estadunidenses, afirmó el titular del Kremlin.

Ofreció que Rusia brindará apoyo al ejército sirio mientras éste prosiga su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y dijo que los bombardeos también ayudan a la oposición moderada. Fue idea de (el presidente francés) François Hollande unir a las fuerzas del ejército sirio con parte de la oposición armada en la lucha contra el EI, reveló, y comentó que Rusia contribuyó a entablar algunos contactos.

Putin responsabilizó a Turquía de poner en una situación muy complicada a todos los que buscan una solución negociada para Siria al derribar el bombardero ruso SU-24. No fue un acto inamistoso: fue hostil y completamente innecesario.

Vladimir Putin, presidente de Rusia, ayer durante la rueda de prensa que ofrece cada año en la cual, por tradición, realiza un balance de la agenda políticaFoto Ap

Dijo no tener pruebas de que Turquía pudiera haber derribado el avión militar ruso en un intento por complacer a Estados Unidos, pero agregó que si alguien de la cúpula turca decidió lamer a los estadunidenses en cierta parte del cuerpo, no sé si lo hizo de la forma adecuada.

En cuanto al conflicto de Ucrania, Putin acusó al gobierno de Kiev de incumplir los acuerdos de Minsk para un arreglo político del conflicto armado en la región de Donbas, en el este de la vecina república eslava.

Al abordar el tema de la economía rusa, Putin aseveró que el peor momento de la crisis ya pasó, con una caída del PIB de 3.7 por ciento, aunque admitió que todo indica que habrá que hacer recortes en el gasto social y en el financiamiento del sector real si los precios del petróleo se mantienen por debajo de los 50 dólares por barril de la clase Brent, cifra que sirvió de base para elaborar el presupuesto federal para 2016.

No excluyo que, para evitar que se agoten las reservas, para asegurar los ingresos y para modificar un tanto la estructura de los grandes consorcios del Estado, el gobierno tome la decisión de privatizar (el año próximo) un porcentaje de sus acciones, pero sin perder nunca la mayoría accionaria en ellos, adelantó Putin.

El gobierno ruso aún no define qué activos afectará el proceso privatizador, pero desde hace días se difundió la noticia de que Moscú busca comprador para paquetes de acciones de la petrolera Rosneft, la línea aérea Aeroflot y la naviera Sovkomflot, entre otros. Aparentemente inversionistas chinos están interesados en el 19.5 por ciento de las acciones que pondría a la venta la petrolera Rosneft, la cual hace unos años cedió otro 19.5 por ciento a British Petroleum.

Putin reiteró que Rusia obtuvo de forma legal el derecho a organizar el Mundial de Futbol en 2018 y, al referirse al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, suspendido cautelarmente por sospechas de corrupción, afirmó que habría que darle el Premio Nobel de la Paz por su contribución colosal en el campo humanitario.