l inicio de la película Golden Door (2006), Martin Scorsese hace un reconocimiento a su director, Emanuele Crialese, por haber hecho una conmovedora y bella narración de la migración siciliana hacia América. Concretamente a Nueva York. Pero la película, que en México logró conocerse gracias a la piratería con el nombre de Nuevo mundo, en realidad es un espejo en que Scorsese se reconoce con su familia, de ascendencia siciliana como la de Crialese, que a principios del siglo pasado viajó también en busca de la tierra prometida.

Nacido en 1942 en el barrio neoyorkino de Queens, ocho años después vivía con sus padres y sus hermanos en la calle Elizabeth, en el corazón de la Little Italy. Con la descripción del ambiente familiar y de barrio por medio de fotografías y objetos diversos comienza la magna exposición que la Cinemateca de Francia dedica a la trayectoria de este gran director.

El visitante bien podría sentirse pasajero del taxi que maneja Robert De Niro en la película de 1976 que lanzó a la fama a Scorsese, para descubrir sus métodos de trabajo, los procesos y personas que han participado en la elaboración de los guiones de sus películas. Lo acompañan en ese viaje extractos de todas ellas, los documentales y series de televisión. Sus declaraciones sobre la importancia que concede en sus obras a la familia y las tradiciones. El porqué de la presencia materna y del Cristo crucificado para expresar la iconografía cristiana.

Igualmente recorrería (tal como a su modo lo ha hecho Woody Allen) las calles y los diversos ambientes que distinguen a la ciudad que tanto ama. Como acostumbra hacerlo, la Cinemateca logró reunir materiales procedentes de diversos archivos a los que sumó los temas musicales de cada una de sus películas. La música es para él un componente básico de ellas. Se ilustra además el respeto que guarda por Bob Dylan y los Rolling Stones.

No faltan referencias a los creadores que más admira. Destacadamente, Georges Mélliès, pionero del cine francés, el excéntrico millonario Howard Hughes y Alfred Hitchcock. De este último rescató un guión inédito para realizar en 2007, Key to Reserv, divertido cortometraje publicitario para una compañía española de champán. No podía dejar de mencionarse el papel de Scorsese en la creación en 1990, junto con Steven Spielberg y Stanley Kubrick, de The Film Foundation, dedicada a conservar en buen estado el patrimonio mundial cinetamográfico. Esto, al comprobar años antes la degradación acelerada de las películas en color. Para lograrlo, pidieron el apoyo del grupo Eastman Kodak.

El banquete en homenaje a Scorsese se completa con la exhibición de su obra en la Cinemateca y la televisión. Y una estación del metro fue tapizada con fotos de sus filmes. Eso y más merece el maestro.