Afirma que los homicidios dolosos disminuyeron 22% en los primeros 11 meses de 2015
Sábado 19 de diciembre de 2015, p. 3
El gobierno federal no puede ser al único que se atribuyan responsabilidades frente a escenarios de inseguridad que se viven en diferentes regiones
, planteó el presidente Enrique Peña Nieto ante los integrantes del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
La administración federal, espetó, siempre ha mostrado disposición, actitud constructiva y de adhesión a los esfuerzos de los órdenes locales para atender los problemas de seguridad porque ésta es una tarea de todos y no sólo del gobierno de la República.
Nadie puede evadir su responsabilidad, insistió. El de la seguridad es un desafío presente y constante para asegurar mejores condiciones para la sociedad.
Peña clausuró en Palacio Nacional la 39 sesión de ese organismo colegiado. Allí respondió a Adelina Lobo, representante de la sociedad civil quien había denunciado la facilidad y bajo precio por el cual hoy los jóvenes pueden obtener drogas.
Tener casos específicos aislados, crecientes
, no necesariamente significa incumplimiento en fin de disminuir y evitar el consumo, aseguró el mandatario.
De no haber emprendido los esfuerzos que hoy se continúan, tampoco podríamos decir, habría qué adivinar entonces, qué sociedad y escenarios tendríamos.
Insistió en su rechazo a la legalización del uso de la mariguana, pero también en el impulso a un debate para arribar a políticas públicas por las cuales evitar mayor consumo de drogas y hacer conciencia en la sociedad de los efectos provocados por aquéllas.
El objetivo no es ser distintos, diferentes quizá, del resto del mundo, o parecidos a las reglas que han adoptado algunos países
, sino cuidar la salud de la población, y eso no debe perderse de vista en el debate, concluyó el mandatario.
Con los gobernadores del país, legisladores y funcionarios federales y locales de la administración y procuración de justicia, así como miembros del gabinete, como los titulares de Gobernación, Defensa Nacional, Marina y Hacienda, Peña defendió la estrategia de su administración en el combate a la violencia.
Hoy se atienden, aseguró, las causas del fenómeno delictivo y no sólo sus consecuencias. Y a las tareas de prevención se han destinado 7 mil 700 millones de pesos para una población objetivo de 5 millones; la planeación se convirtió en herramienta básica, se trabaja en coordinación de los tres órdenes de gobierno y se han transformado los ámbitos policial y de procuración de justicia.
Con esas medidas y otras tendientes al respeto de los derechos humanos, hemos avanzado; si bien no estamos plenamente satisfechos porque sabemos que nos falta todavía camino por recorrer
, hay cifras alentadoras como la reducción de 12 por ciento en la incidencia delictiva en los primeros 11 meses del año, respecto al mismo periodo de 2012.
Y para el mismo lapso los homicidios dolosos disminuyeron 22 por ciento y en las entidades de la frontera norte, casi 45 por ciento; el robo con violencia de vehículos y el robo en carreteras bajó más de 24 por ciento; el secuestro decreció 27 por ciento y 30 por ciento las extorsiones, y ya no representan peligro
96 de los 122 delincuentes más buscados.
Hacia adelante y frente al desafío irrenunciable
del Estado de atender la inseguridad, las líneas de acción a seguir serán: acelerar la profesionalización y dignificación de las corporaciones policíacas, especialmente en el orden local
; concretar el sistema de respuesta inmediata en casos de urgencia con el número 911; apoyar la aplicación plena del nuevo sistema de justicia penal; reforzar las acciones y controles para garantizar el respeto y protección a los derechos humanos, y fortalecer la participación ciudadana en el diseño, instrumentación y aplicación de la política de Estado en materia de seguridad y justicia.
Sobre esto último, resaltó la existencia de toda una sociedad civil organizada activa y propositiva para orientar, compartir experiencias y proponer acciones y políticas públicas para avanzar en materia de seguridad y justicia.
Y en relación con los derechos humanos precisó que una vez transformadas las leyes, instituciones y políticas para el ejercicio pleno y a cabalidad de los valores universales, lo que sigue ahora es llevarlos a la práctica cotidiana
, sobre todo de quienes están involucrados en la prevención, procuración y administración de justicia.