En el Día Internacional del Migrante, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a las autoridades mexicanas a respetar y reconocer los derechos de los migrantes en su origen, destino, si van en tránsito o retorno, sin importar su nacionalidad. La prioridad, resaltó, es centrarse en la persona y su dignidad.

Por separado, migrantes, organizaciones, activistas y personalidades de la campaña Acción Migrante denunciaron desde el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez que 2015 estuvo marcado por el castigo y la persecución por parte de México, cuyas deportaciones superaron ya a las de Estados Unidos.

Las deportaciones masivas emprendidas por el Instituto Nacional de Migración, afirmaron, se dan bajo el uso excesivo de la fuerza, poniendo en riesgo la seguridad y la vida de niños, mujeres y hombres que podrían calificar como solicitantes de asilo y refugio, lo que contraviene disposiciones legales.

Resulta una grave amenaza a los derechos humanos y a la seguridad de miles de personas migrantes en tránsito por el país, que sean detenidas y procesadas, muchas veces sin estricto apego a la ley, para ser devueltos a los territorios ocupados por la delincuencia.

En un pronunciamiento conjunto, integrantes del colectivo Migraciones para las Américas, como Cuauhtémoc Cárdenas, Daniel Giménez Cacho y Félix Hernández Gamundi, aseguraron que resulta vergonzoso convertirnos en una nación deportadora de sus hermanos centroamericanos, sepultando la tradición hospitalaria de nuestro país, por acuerdos e intereses de seguridad regional.

La política migratoria mexicana camina en sentido contrario y agrava la crisis humanitaria que afecta a todo el país y la región Centroamérica-México-Estados Unidos, por lo que resulta urgente un viraje en su orientación, que recupere el sentido y la coherencia de las instituciones del Estado.

Exigieron al gobierno que impulse la integración regional, incluyendo la ciudadanía latinoamericana como parte fundamental, facilitando el asilo, refugio y asegurando condiciones para la plena integración de la población migrante.

La CNDH recordó que los derechos de los migrantes están garantizados por la Constitución, en el marco normativo nacional y tratados internacionales, como la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.

Subrayó la importancia de que todos los estados atiendan el fenómeno migratorio, ya que en los últimos años la migración irregular y los riesgos que implica han crecido de manera exponencial.

Apuntó que el anhelo de los migrantes por buscar mejores perspectivas de desarrollo y de vida no tiene fronteras; la pobreza, la desesperanza, la reunificación familiar y, cada vez más, la violencia interna, son causas por las cuales muchas personas emprenden un largo camino.

Recordó que México es un país de origen, tránsito, destino y retorno de la migración internacional. Se estima que un millón de mexicanos documentados y no documentados migran hacia Estados Unidos cada año. A estos datos se suman los casi 400 mil mexicanos repatriados anualmente de aquel país (de 2008 a 2014), según datos de la Unidad de Política Migratoria, de la Secretaría de Gobernación.

Según el Instituto para los Mexicanos en el Exterior, 11.5 millones de nacidos en México viven hoy en el país vecino.

Zacatecas es la entidad con más alto índice migratorio. Le siguen Guanajuato, Michoacán y Nayarit.

El Instituto Mexicano del Seguro Social aseguró que de junio de 2013 a noviembre de 2015 proporcionó más de 50 mil consultas médicas a migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba, Nicaragua y Brasil.

Mediante el programa Prospera, con el apoyo de unidades médicas rurales y móviles, se atiende a esa población en nueve puntos de Chiapas, Oaxaca, Tamaulipas y Baja California, además de dar consultas en cuatro albergues ubicados en Arriaga, Chiapas; Ixtepec, Oaxaca; Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas.