Zurich.

Queda una batalla en tribunales, pero las carreras de los hombres más poderosos del futbol, Joseph Blatter y Michel Platini, parece que llegaron a su fin tras la suspensión de ocho años que les impuso este lunes la Comisión de Ética de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA). Para uno, el adiós. Para el otro, la imposibilidad de llegar a la presidencia del ente rector.

Las sanciones entran en vigor inmediatamente, advirtió la cámara de resolución del organismo en un comunicado, en el que explica que expulsa a Blatter, presidente de FIFA, y Platini, su homólogo en UEFA, de toda actividad relacionada con este deporte.

El castigo termina definitivamente con la era de Blatter, de 79 años, así como con las esperanzas de Platini, de 60, de sucederlo en el sillón presidencial del ente rector del futbol mundial.

El organismo independiente concluyó que el pago de 2 millones de francos suizos (alrededor de 2 millones de dólares) que Platini recibió de la FIFA, con la autorización de Blatter, en 2011, supone una violación de los códigos éticos, en cuanto a conflicto de intereses, violación a las normas de lealtad y la oferta de regalos.

El suizo y el francés siguen sosteniendo que ese dinero fue en realidad una remuneración atrasada del trabajo de asesoría que Platini hizo para la FIFA entre 1998 y 2002.

Voy a luchar, por mí, por la FIFA, declaró Blatter en la abarrotada sala de congresos de la ex central de la FIFA, en el barrio de Sonnenberg, en Zurich, poco después de conocerse el fallo.

Blatter, que apareció acompañado de su hija Corinne, criticó con vehemencia durante casi una hora de conferencia de prensa el veredicto de la cámara de resolución, presidida por el jurista alemán Hans-Joachim Eckert.

Blatter aseguró que el acuerdo con Platini fue totalmente limpio y que la decisión de la Comisión de Ética es una vergüenza. Yo soy un hombre de principios. Nunca he engañado con dinero, insistió un Blatter sin rasurar, quien a principios de noviembre tuvo que ser internado en un hospital por problemas de salud derivados del estrés.

Tras consultar con sus abogados, Blatter anunció su intención de recurrir a la Comisión de Apelación de la FIFA, al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS, por sus siglas en francés) o incluso a los tribunales civiles suizos.

No estoy avergonzado. Lamento ser un saco de boxeo. Lo siento por el futbol. Ahora estoy suspendido ocho años. Suspendido ocho años, ¿por qué?, se preguntó. No puedo irme de esta manera. No es posible.

Blatter aseguró que sigue confiando en dirigir el congreso extraordinario que el 26 de febrero elegirá a su sucesor al frente de la FIFA. Agregó que Platini, quien hasta su suspensión era considerado favorito para ganar las elecciones, también estará en el congreso en Zurich.

Esto no ha terminado todavía, advirtió el polémico mandatario, quien se despidió usando la famosa expresión del personaje de Arnold Schwarzenegger en la película Terminator: Volveré.

Platini también anunció nuevos pasos legales. Esto no me sorprende, dijo el francés, quien habló de una escenificación y un veredicto lamentable cuya finalidad era apartarlo del mundo del balompié.

Estoy convencido de que mi destino quedó sellado antes de la audiencia del 18 de diciembre y que esta decisión es sólo una maniobra patética para ocultar la verdadera intención de sacarme del futbol mundial, aseguró el francés. Mi comportamiento siempre ha sido intachable y estoy en paz con mi conciencia.

Platini advirtió que también presentará una demanda penal civil por daños, por lo que ha tenido que soportar desde que comenzó el proceso del Comité de Ética. En un breve comunicado, la UEFA informó que estaba muy decepcionada con el fallo y apoyó el derecho de su líder a limpiar su nombre.

El fallo considera que Blatter autorizó un pago a Platini que “no tiene base legal en el acuerdo escrito firmado por ambos dirigentes el 25 de agosto de 1999.

Blatter no fue capaz ni en su declaración escrita ni en su audiencia personal de demostrar otra base legal para ese pago. Su afirmación de que se hizo un arreglo verbal se consideró no convincente y fue rechazada por la cámara, añadió el boletín.

Sea quien sea el nuevo jefe de la FIFA, tendrá muy complicado reconstruir la credibilidad de una institución que la corrupción ha dinamitado.

Hasta ahora, 39 dirigentes o ex miembros y ex colaboradores de la FIFA han sido imputados en meses recientes por la justicia estadunidense. Se les acusa de haber creado un sistema de sobornos que habría movido cerca de 200 millones de dólares desde 1991, relacionados con la venta de derechos televisivos y la compra de votos para designar las sedes de los mundiales desde Alemania 2006.