La Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (UNC-CNPR) propuso al gobierno que posponga la licitación de los ingenios El Potrero y San Miguelito hasta el inicio del segundo semestre de 2016, una vez que haya concluido la zafra 2015-2016, a fin de evitar incertidumbre o riesgos de algún conflicto con los productores por la entrega de la caña de azúcar.

Carlos Blackaller, dirigente de la UNC-CNPR, señaló que es técnicamente conveniente que ambos ingenios sigan bajo la administración del Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA) para que concluya sus obligaciones.

Subasta desierta

La semana pasada el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) declaró desierta la subasta de dichas agroindustrias durante el proceso en el cual se desincorporaron nueve ingenios de 27 que en 2001 fueron expropiados por el gobierno, ya que los industriales no cumplieron los compromisos económicos con los cañeros.

El SAE vendió el ingenio Plan de San Luis al Grupo Promotora Industrial Azucarera; el Modelo, a la empresa Ingenio San Sebastián; La Providencia, a Beta San Miguel, por los que el gobierno recibió en total 3 mil 556 millones de pesos.

Nuestra propuesta de que la venta de El Potrero y San Miguelito se haga al concluir la molienda de la caña es por orden y para mantener una buena relación entre productores e industriales. Si la convocatoria de licitación se emite en enero, habrá que esperar tres meses para que los compradores presenten sus posturas. Para entonces estaría prácticamente concluida la zafra, añadió el dirigente cañero.

Los productores, agregó, esperábamos que esta zafra, después de casi tres lustros, estuviera nuevamente en manos privadas, pero no es así, ya que quedó pendiente la venta de dos agroindustrias. Ello no altera la perspectiva de lograr una producción de 6 millones 50 mil toneladas, 75 mil más que en el ciclo anterior.

Importaciones excesivas

Refirió que el decreto expropiatorio de 27 ingenios a los grupos Santos, Machado, GAM y Escorpión en 2001 permitió ordenar el mercado interno, ya que los industriales realizaban importaciones excesivas, a lo cual se sumó el desmoronamiento de los precios internos y la falta de pagos de los industriales a los cañeros. Retornar esas agroindustrias a manos del sector privado no nos extraña; hoy el panorama es diferente: hay entendimiento entre cañeros e industriales; la relación está enfocada a la competitividad y productividad, acotó.