En un balance de la situación del sector laboral en los primeros tres años del sexenio en curso, centrales obreras advirtieron que no se ha creado empleo a los niveles prometidos, al tiempo que México sigue siendo el país con la mano de obra más barata de los que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pues tiene los sueldos mínimos contractuales más bajos.

Además, dijeron, el sindicalismo se achicó, pues sólo uno de cada 10 trabajadores tiene representación gremial, en tanto, con la tercerización (outsourcing), que legalizó la reforma laboral, se precarizaron más los empleos.

Dirigentes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM) y de la Unión Nacional de Trabajadores coincidieron en señalar que los asuntos nodales del sector obrero, como bajos ingresos, siguen sin resolverse. En cambio, agregaron, se anticipa que en 2016 habrá una nueva y más profunda reforma laboral.

Patricio Flores, vocero de la CTM y dirigente del Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de Televisión y Radio, sostuvo que uno de los grandes problemas del país es que millones de trabajadores siguen tasados con el salario mínimo o menos, realidad que, señaló, algunas autoridades no quieren reconocer.

En entrevista, dijo que es preciso cambiar la visión de algunos gobernantes respecto de que un aumento a los salarios afectaría la economía del país, ya que mejores remuneraciones generarían un incremento del circulante y por tanto de la demanda de productos. Sin embargo, señaló, se persiste en el esquema de salarios castigados, lo que ahonda más la crisis; también consideró que se vislumbra difícil que pueda incrementarse el mínimo a 83 pesos.

En tanto, el dirigente de la CROM, Rodolfo González Guzmán, indicó que en el presente sexenio los mexicanos siguen siendo quienes trabajan más horas y perciben los salarios más bajos de los 34 países que integran la OCDE, así como que hay una injusta distribución del ingreso. No obstante, el gobierno federal impulsará otra reforma profunda a la Ley Federal del Trabajo, en la que se buscará instrumentar medidas para combatir los sindicatos de protección y transparentar los ingresos de los gremios.

Sin embargo, los sindicatos corporativos no tienen ningún temor de estas medidas, dijo.

Demandan que se haga una revisión del esquema de tercerización, pues, aseguró, su auge –a raíz de la anterior reforma laboral– ha vulnerado la seguridad social, ya que los empresarios no pagan cuotas al IMSS ni al Infonavit, y se han afectado los derechos a la libre sindicalización, la huelga y la contratación colectiva.

Por otro lado, el secretario de Acción Política de la CTM, Fernando Salgado, expuso que aunado a que con los bajos aumentos salariales se ha generado un sector de trabajadores pobres, se planea cambiar los esquemas de jubilaciones, lo que combinado con las ínfimas aportaciones a las cuentas de ahorro y a que los empleados no cuentan con cotizaciones continuas, porque son despedidos, se generará un fuerte problema laboral-social en los próximos años, cuando miles de jubilados tengan pensiones de miseria.

A su vez, el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, Agustín Rodríguez, expuso que el sindicalismo se achicó, pues sólo una décima parte de los trabajadores tiene representación sindical legítima, amén que el gobierno ha reciclado el sacrificio del sector obrero, porque perfecciona el esquema económico neoliberal.