Necesaria, la transversalidad del deporte con educación y salud
Miércoles 30 de diciembre de 2015, p. a11
Daniel Aceves, medallista olímpico de lucha grecorromana en Los Ángeles 1984, consideró que México ganará cuatro preseas en Río 2016, por el plano competitivo internacional que se presenta cada vez más como un reto a vencer”.
El también titular de la asociación de Medallistas Olímpicos de México expuso que el diferendo vivido recientemente entre federaciones deportivas y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) no puede afectar necesariamente la preparación de los competidores nacionales que participarán en la justa brasileña, ya que lo que ahí ocurra será resultado de otros factores, como el nivel de competencia alcanzado por los participantes de otras latitudes, al que deberán aspirar los nuestros para destacar.
Afirmó que México gana en promedio 2.4 medallas olímpicas en cada justa veraniega y esta vez se conseguirán unas cuatro, lo que significa que se estará por encima de lo que comúnmente se obtiene.
No obstante, dijo que tampoco eso es algo como para echar las campanas al vuelo, porque el potencial de aquí debe dar para obtener más metales, sólo que antes deberá hacerse un análisis de la forma en que tiene que trabajarse para lograr más.
Luego de destacar lo que consideró un buen papel en los Juegos Panamericanos de Toronto de 2015 –la siguiente edición de llevará a cabo en Barranquilla, Colombia 2018–, dijo que deben hacerse esfuerzos para que México recupere el lugar que históricamente ha tenido en estas justas regionales, ante naciones que brindan apoyos a sus competidores.
Aceves estimó que el deporte nacional y las actividades físicas necesitan estar regidas por un decálogo, en el que se destaque el respeto de cada una de las instancias involucradas, de tal forma que la entrega de recursos deba supervisarse, así como la justificación de los mismos.
Desde su óptica, para que el deporte nacional cumpla con los estándares que toda la ciudadanía quiere, debe existir una tranversalidad con la educación, la salud, el desarrollo social, la economía y la seguridad pública, y evitar confundir lo deseable con lo posible
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