Sicarios fueron enviados por el “líder de la banda Los Rojos”
Lunes 4 de enero de 2016, p. 4
Luego del asesinato de la presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, el gobernador Graco Ramírez izó la bandera nacional a media asta y apuró el paso para instaurar el Mando Único en todo el estado de Morelos, donde 15 de los 33 municipios se resistían al esquema que el mandatario estatal ha defendido a capa y espada.
Fue más allá. En su labor de contención de daños habló personalmente con altos dirigentes del Partido de la Revolución Democrática, a quienes explicó los detalles del asesinato de Mota Ocampo, al tiempo que les ofreció un resumen de las declaraciones de los primeros detenidos. Según refieren líderes del PRD que hablaron con él, Ramírez dijo que los sicarios declararon haber sido enviados y recibido un pago del “líder de la banda de Los Rojos” para matar a la alcaldesa.
Ramírez se refería a Santiago Mazarí Miranda, El Carrete, identificado por el gobierno federal como cabeza de ese grupo delincuencial en Morelos. Es el único que me falta, es muy listo el cabrón
, explicó el gobernador a varios dirigentes del PRD.
En la misma argumentación que ofreció a los líderes de su partido, Ramírez argumentó que Mazarí Miranda ha sido un enemigo feroz del esquema de Mando Único, que en los hechos desaparece las policías municipales para dejar el control en manos de la Comisión Estatal de Seguridad. El hecho de que la alcaldesa, que apenas llevaba unas horas en el cargo, se hubiese pronunciado a favor del Mando Único sería, según el mandatario estatal, el móvil de su asesinato.
En ejercicio del artículo 115 de la Constitución decidí diversos decretos para mantener el orden y coordinación de las policías en 15 municipios
, anunció el gobernador la tarde de ayer, en su cuenta de Twitter.
La versión del mandatario estatal no es del todo exacta. En su discurso de toma de protesta, Gisela Mota fue muy cuidadosa respecto del Mando Único, pero tampoco expresó un respaldo absoluto al esquema que fuera rechazado, entre otros, por el flamante alcalde de Cuernavaca, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco.
Según la nota de La Jornada Morelos, al rendir protesta Gisela Mota habló del Mando Único como un instrumento perfectible
y declaró que la seguridad de la población sería una prioridad de su administración.
En ese mismo acto, la alcaldesa asesinada insistió en su propuesta de una policía de proximidad
, así como en la instalación de retenes para verificar el respecto a los derechos de los ciudadanos en territorio temixquense
y de un programa municipal de tratamiento de adicciones.
Algunas informaciones de prensa indicaron que la alcaldesa asesinada era cercana al senador Fidel Demédicis, militante de Nueva Izquierda, aunque en realidad la también ex diputada federal era militante de muchos años
de la corriente Izquierda Democrática Nacional, de René Bejarano y Dolores Padierna, según confirman a este diario integrantes de esa expresión perredista.
Integrantes de esa misma corriente afirman que Gisela Mota había realizado acciones que la alejaban de la propuesta de Mando Único del gobernador Ramírez: había estado gestionando con diputados
recursos para la seguridad de su municipio y preguntó a los senadores del PRD su opinión sobre el Mando Único. La respuesta que recibió fue un documento de los asesores del grupo parlamentario del PRD con una postura contraria a ese esquema de seguridad pública.
Ella no quería el Mando Único, pero tampoco quería confrontarse con Graco al iniciar su gestión
, dice un dirigente de la corriente IDN.
Un líder perredista de Morelos asegura que más que el Mando Único, el móvil del crimen puede estar en las propuestas de instalar retenes y poner en marcha la policía de proximidad, con la participación de los ciudadanos. Los delincuentes, sigue, “querían someterla como lo hicieron con el anterior presidente municipal (Miguel Ángel Colín, también del PRD), quien le hacía favores a Los Rojos”.
Ayer por la tarde, el gobierno de Morelos dio a conocer que, en ejercicio de sus facultades observadas
en el artículo 115, fracción 7, de la Constitución de la República, asume la seguridad en los municipios que no estaban bajo el Mando Único: Cuernavaca, Temixco, Jojutla, Zacatepec, Emiliano Zapata, Ayala, Ocuituco, Xochitepec, Huitzilac, Jiutepec, Tlayacapan, Temoac, Jantetelco, Tepalcingo y Tlaquiltenango.